Por aquí te dejo el enlace a la prueba que le hice al Opel Insignia Grand Sport en su versión Diésel de 136 CV, and the winner is: el Insignia Grand Sport de gasolina y 165 CV que pruebo hoy.

Es la primera vez que pruebo un coche en la Isla de Tenerife y espero no sea la última. Gracias, una vez más, a la cesión de un modelo por parte de ORVECAME, he podido poner a este «grandullón» en más de un aprieto por las complicadas carreteras de montaña de esta preciosa Isla. ¡Y qué bien parado sale el Insignia Grand Sport de los aprietos!. No obstante, su terreno preferido, por aquello de las dimensiones, son las carreteras amplias y de varios carriles, donde circula con una comodidad y un confort dignos de encomio.

Y digo que el ganador de la contienda entre la mecánica Diésel probada el otro día y la de gasolina probada hoy, es la de gasolina de 165 CV por varios motivos objetivos, además del subjetivo que hay que asociar a mi predilección por los vehículos propulsados a base de «gasofa» sobre los «petroleros».


No voy a hacer más comentarios sobre lo que es común a este coche y al anterior probado en versión Diésel (equipamiento, aspecto exterior e interior…), pero sí voy a informar en este reportaje de las diferencias que existen entre ambos por el hecho de montar distintas motorizaciones, y no son pocas.
El motor 1.5 Turbo de este Insignia Grand Sport puede elegirse en dos rangos de potencia; el primero con 140 CV y el segundo, que es el que yo pruebo hoy, con 165 CV. De los dos citados, existe la posibilidad de sustituir la caja de cambios manual de serie por una automática de 6 relaciones en el modelo más vitaminado. Lástima que no sea posible montar sobre éste la de 8 relaciones que sí está asociada a la motorización más potente en gasolina, la 2.0 Turbo que rinde 260 CV y que lleva de serie esta fabulosa caja automática y la tracción total con reparto vectorial del par y varios modos de conducción a elección.
Las prestaciones que otorga este coche con los parámetros descritos son de ligeramente menos de 9 segundos para hacer el 0 a 100 Km/h, alcanzando los 222 Km/h con un consumo homologado de 6 L./100 Km., parámetro este último que, como ya os imaginaréis, no se compadece mucho con la realidad, aunque no es muy superior si no se abusa del acelerador. Concretamente, yo le he sacado en ciclo mixto 7,8 L/100 Km. aplicando una conducción alegre.

Como ya os he comentado, no hace mucho me bajé del Insignia Grand Sport 1.6 CDTi de 136 CV y encontrarme con este gasolina de 165 CV ha sido todo un hallazgo, ya que han mejorado sensiblemente algunos aspectos evaluados respecto de su hermano Diésel.
De manera sucinta, te diré que este coche es mucho más refinado que el que presenta la mecánica 1.6 CDTi y eso se nota nada más encender el contacto, al ralentí.

Ya comenté en el otro reportaje, que el trabajo que había hecho Opel en materia de insonorización, había sido arduo y muy satisfactorio, pero el Diésel no era capaz de filtrar con total eficacia, sobre todo al ralentí y en aceleraciones fuertes, el sonido del motor al interior. Las vibraciones, pequeñas pero presentes en el modelo de gasóleo, no son un problema en la mecánica probada hoy.

Dinámicamente, no es un Fórmula 1, ni lo pretende, pero la linealidad de su motor es muy buena, empujando con ganas incluso desde la zona baja del cuenta-revoluciones, todo ello, como ya he dicho anteriormente, con una suavidad muy agradable y una sonoridad muy baja.
La dirección es buenísima y directa, además de muy confortable y la caja de cambios manual de 6 velocidades no admite tacha.


Sí me gustaría probar la versión automática a la que atribuyo una más que segura mayor suavidad de manejo y mejor «entendimiento» con los sistemas de programación de la distancia con el vehículo precedente, especialmente a la hora de detenerse completamente, ya que, la ausencia de embrague, facilita mucho que el coche se pare sin mayor trámite, cosa difícil de conseguir en el manual, si vamos en 6ª y el coche se tiene que detener completamente en un atasco, por la necesidad de tener que desembragar, quedando así todo el proceso de automatización ligeramente «descafeinado». Para sacar el máximo rendimiento a estos dispositivos, mejor la opción automática, sin duda.
Respecto del equipamiento de la unidad probada, aparte de ser acabado «Excellence», como el modelo Diésel, aporta muchos más opcionales que los que montaba el otro vehículo.
Para empezar, los increíbles asientos delanteros AGR, estos sí, con calefacción, ventilación y masaje, tapizados en cuero «Brandy», son de lo mejorcito que he probado en un coche y aquí incluyo coches que cuestan más del triple que éste. Para el asiento del conductor, tenemos ocho posiciones de regulación eléctrica y para el del copiloto, seis. Circular en el Opel Insignia Grand Sport refrigerándote la espalda y la zona del asiento (ahora en verano se agradece), con un masaje lumbar en la zona baja y media de la espalda y con el confort que ofrecen de por sí estos asientos, no tiene precio. En este paquete de asientos, hasta los traseros son calefactables; eso sí, la «broma» cuesta 3.400 €, muchos euros que, por ejemplo yo, pagaría con gusto si comprara este coche.

Siguiendo con el lujo que me rodea a bordo, destaco el Pack «Parking 360», que incluye asistente de aparcamiento automático, alerta de ángulo muerto y de cambio de carril, alerta de tráfico transversal trasero y cámara de visión cenital 360º; este paquete cuesta casi 800 € y es muy recomendable también por la seguridad que aporta al conjunto.
Otras opciones son el Navy RF900 IntelliLink, el Head Up Display proyectado sobre el parabrisas, los faros matriciales IntelliLux LED o las ventanas laterales traseras y luneta posterior oscurecidas, que le dan un aspecto muy serio y otorgan privacidad a los pasajeros ocupantes de las plazas posteriores.
Otra opción que lleva esta unidad es el Pack «OPC Line» exterior e interior. Se trata de un paquete estético que viste al coche con un aspecto muy deportivo y más atractivo, si cabe, que el original.

Como no todo puede ser bueno, te diré que algún que otro ajuste sobre el salpicadero debería revisarse. Además, el equipo de música que lleva este Insignia Grand Sport, igual que el que llevaba el modelo Diésel, no tiene una calidad a la altura de lo que se espera para este coche. Probablemente la opción del especialista «Bose» con 9 altavoces incorporados sea bastante más atractiva que la incorporada de serie. Finalmente, hago una observación que, sin ser un defecto, sí me parece que podría pulirse; el sistema de detección de obstáculos, a veces se activa sin que haya peligro aparente alrededor. Esto no es malo, porque más vale que sobren avisos de seguridad o alertas a que falten, pero a veces sí te provoca cierta alarma observar cómo el sistema te avisa de una «inminente colisión» sin que ésta tenga la más mínima posibilidad de producirse. ¡Supongo que se trata de una simple cuestión de ajuste de sensores!. También ocurría en el modelo Diésel, por lo que, entiendo, no se trata de un suceso puntual de éste o de aquel vehículo.

Como veis, la balanza está inclinada hacia el lado positivo prácticamente en su totalidad, por lo que a estas alturas, más de uno y una se estarán preguntando algo así como… ¿y todo eso cuánto cuesta?, pensando seguramente que la cuenta se ha ido a números imposibles de asumir por bolsillos más o menos normales.
¡Nada más lejos de la realidad!. No es que el coche sea barato, porque no puede serlo, pero la relación calidad / precio que presenta este Insignia Grand Sport es de lo mejor que se puede encontrar a la hora de adquirir un vehículo de estas características.
Te aseguro que es muy complicado conseguir hacerte con un coche de ese porte (4,90 mts. de longitud), con ese grado de confort, con ese nivel de acabados, que sin ser terminaciones premium, sí están por encima de la media y con motores eficientes, silenciosos y ahorrativos, además de soluciones tecnológicas de última generación y unos niveles de seguridad muy elevados, por un precio de poco más de 31.500 €, incluyendo las campañas vigentes a la fecha.
Este Insignia Grand Sport 1.5 Turbo 165 CV Excellence, tiene un precio en Canarias de casi 40.000 € tal y como viene equipado, pero, tras la inclusión de una serie de descuentos variados que aplica la marca, hablamos de esos 31.504 € para ser propietario de esta joya, ascendiendo estos a más de 7.000 € entre el descuento base, el regalo del Pack Excellence Plus y el denominado Programa Embajadores / Vips, vigentes a la fecha, como ya he señalado anteriormente.
Todo esto, si no quieres financiarlo, porque si te acoges a la financiación de un mínimo de 10.000 € en formato lineal, te ahorrarás otros 1.800 € que dejarían el precio neto por debajo de los «psicológicos» 30.000 €; concretamente hablamos de 29,700 €.
¿Te apetece conducirlo?. Pues dirígete a tu concesionario ORVECAME en Canarias y, al menos, pruébalo. ¡Luego ya, si eso, me cuentas!.
Ahí te dejo la valoración del modelo en cuestión, que asciende respecto a su hermano Diésel, dado su mayor refinamiento, confort general y aspecto exterior OPC.

En el vídeo de hoy, básicamente se matiza el comportamiento, el confort de marcha y se presentan los faros matriciales IntelliLux de este modelo en autopista y no en carretera secundaria, como fue en el otro caso. ¡Verás qué poderío de faros…!.