Realizada la prueba del nuevo XC40 T5 PHEV, hay que señalar que la unión de ambas mecánicas logra un funcionamiento ejemplar
Me acaban de entregar el nuevo Volvo XC40 T5 PHEV para realizar una prueba de conducción y me ha parecido que se trata de un SUV premium cuyo funcionamiento es ejemplar. El nivel de calidad alcanzado por la firma sueca es elevadísimo en todos los parámetros analizados sin excepción, plantando cara a toda la pléyade de SUVs premium de última generación de las temidas marcas alemanas, inglesas y japonesas.
En su día, analicé otro XC40 en su versión R-Design con motor tricilíndrico T3, prueba que puedes revisar aquí.

Se trata de un SUV compacto híbrido enchufable de última hornada de la casa Sueca, cuyo aspecto no difiere mucho al de sus hermanos de combustión pura y dura. De hecho, hay que fijarse mucho en él, para descubrir la segunda trampilla de repostaje (en este caso, eléctrico) situada en la aleta izquierda de la parte delantera.
Más energía eléctrica, menos carburante
Si nos fijamos en la zaga del vehículo, observamos cómo existe una chapita identificativa de «dos motores» o «Twin Engine», como reza literalmente. Eso nos indica ya, que estamos en presencia de un XC40 «distinto», por cuanto su tanque de combustible se llena con tan solo 48 litros (el resto de la gama permite 54 litros) y su batería le permite alcanzar los 45 Km en modo 100% eléctrico (unos pocos menos en la realidad).

Su pequeño motor tricilíndrico de gasolina de 1,5 litros se encarga de proporcionar al conjunto la nada despreciable potencia de 180 CV (quién los pillara), mientras que su motor eléctrico de 82 CV de potencia (o 60 kW), permite redondear el conjunto con una potencia de 262 CV, que ya no son poca cosa precisamente.
El consumo no es, ni de cerca, el que informa la marca. Me explico. Si circulamos en ciudad con batería a tope, podemos recorrer esos 40 / 45 Km que anuncia Volvo sin problema. Ahora bien, si nos vamos a carretera y empezamos a pisarle (a velocidad legal) o hacemos circuito de curvas en montaña, el consumo se dispara hasta los 6 / 7 litros sin problema, sin perjuicio de que, una vez metidos de nuevo en ciudad, podamos rebajarlo sensiblemente. Por tanto, mi veredicto es que consume poco, pero depende mucho de demasiadas variables que el conductor medio desconocerá casi con total seguridad.

Cuatro mejor que dos y más en una carrocería SUV. Con la llegada del XC40 Recharge, problema resuelto
Por encontrarle algún fallo, por decirlo de alguna forma, me chirría bastante que esta versión del XC40 no pueda ser de tracción total, máxime, cuando su aspecto es de un SUV y de los más curiosos a la hora de meterse en el campo con él. La llegada próxima del XC40 Recharge, pondrá las cosas en su sitio y enmendará este, a mi juicio, «pequeño error».

Por tanto, tracción delantera para este XC40 T5 PHEV, asociada a una transmisión de doble embrague de funcionamiento automático y sin conexión mecánica alguna (del tipo «Shift By Wire») con siete relaciones.

La capacidad de la batería de este nuevo SUV de la firma sueca es de 10,7 kWh, para darle la autonomía ya citada de unos 45 Km en modo eléctrico puro bajo ciclo WLTP, consiguiendo así este vehículo la ansiada etiqueta que otorga la DGT de «cero emisiones».

Recarga de la batería en tiempos razonables, dependiendo de la estación a la que lo enchufemos
La recarga completa del XC40 PHEV puede darse en tres horas si la intensidad del punto de suministro es de 16 amperios, en cinco horas si disponemos de estación a 10 amperios y en nueve horas si tomamos la energía de un suministro a 6 amperios.

También se puede recargar este SUV a base de «función Recharge», o por medio del motor de combustión (pasando la caja de cambios a modo «B») y a través de la frenada regenerativa, aunque no será igual de rápido ni de eficaz que enchufándole el cable a la toma dispuesta al efecto.

Pasando a las sensaciones aportadas por este nuevo SUV, os diré que el arranque es sigiloso a no poder más, puesto que lo hace en modo eléctrico, sin ruido alguno, sin vibración alguna y con una suavidad prodigiosa. La disposición de los mandos y la comodidad extraordinaria de los fantásticos asientos, proporcionan a la experiencia una especie de inmersión a la paz absoluta y a la tranquilidad que asegura uno de los todo caminos más afamados en cuanto a asistencias y medidas de seguridad del mercado.

El andar del vehículo es sereno, pero ávido de dar gusto al pie derecho y salir catapultado en caso de requerir potencia a raudales, todo ello bajo un manto de calma y silencio encomiables. Sus modos de conducción «Pure» (eléctrico 100%), «Hybrid» (propulsión mixta), «Power» (a base de motor térmico exclusivamente), «Off Road» (para enfangarnos algo por terrenos no asfaltados) y «Personal» (para elegir parámetros a la carta), proporcionan variedad de usos para todos los gustos.
Dirección precisa, frenos algo esponjosos y seguridad máxima a bordo
Si de la dirección hablamos, hay que decir que es precisa, que filtra perfectamente las irregularidades del asfalto y que transmite en todo momento un alto nivel de compromiso entre lo que le decimos que haga y lo que hacen las ruedas directrices. Los frenos son muy buenos, aunque el tacto es algo esponjoso a mi juicio, teniendo que pisar más a fondo para parar el conjunto con contundencia en caso de emergencia.
La seguridad que aportan los múltiples sistemas electrónicos, hacen del XC40 una delicia digna de ser contada en las tertulias de bar con los colegas y de alcanzar máximos exponentes en las revistas más cotizadas del sector.

La dinámica del XC40 T5 se ve ciertamente condicionada por su masa elevada y por ser un vehículo alto. Personalmente me he divertido mucho con él «haciendo curvas» en carretera de montaña y yendo a un ritmo rápido, pero no endiablado.
Cuando se le pide más, aparecen pequeños balanceos otorgados por la suspensión que no es muy blanda, pero tampoco está muy orientada a la conducción deportiva. Claramente, a pesar del chasis rebajado opcional que monta (Sport), su filosofía es la del confort por encima de la del extremo dinamismo.
El equipamiento que presenta esta versión, el «Inscription», es el más lujoso, con elementos, sobre este acabado, como el techo solar corredero eléctricamente, los faros full LED direccionales y con función automática de pase de corta a larga, entre otras.
Como equipo propio de la terminación Inscription tenemos las llantas de 19″, los asientos de piel con regulación lumbar eléctrica, el cuadro de instrumentos totalmente digital de 12,3″ o la palanca de cambios acabada en cristal, entre otros. Las opciones son cuantiosas, pudiéndose recargar aún más a elección del consumidor y, por supuesto, con el permiso de la cuenta corriente.

Comodidad suprema a bordo de este XC40 T5, tanto en modo eléctrico, como en modo térmico
El XC40 T5 PHEV funciona con un nivel de comodidad superior al de sus hermanos térmicos, dadas las características de su doble mecánica con el protagonismo del eléctrico para circular tranquilamente en ciudad durante varias decenas de kilómetros, sin importar que la batería se gaste por el apoyo del motor de gasolina que toma el relevo o que funciona conjuntamente con el primero sin que se note nada a bordo. ¡Realmente impactante!.

Sus dimensiones son suficientes para una familia de cuatro miembros, que serán mayoritarias, llegando a los 4,43 metros de longitud, por 1,86 de anchura, por 1,65 de alto. Su maletero está en los 460 litros, igual que los demás XC40.
La competencia no perdona y sus características no defraudan. Seguridad, confort, acabados y consumos exiguos son parte de su carta de presentación
Elegancia, pulcritud de acabados, estética innovadora y diferente, confort a raudales, seguridad máxima a bordo y economía de uso, son sus principales armas contra la competencia imponente con la que se enfrenta. No en vano se mide contra el nuevo Audi Q3, el nuevo MB GLA, el BMW X1, el Jaguar E-PACE, el Range Rover Evoque o el Lexus UX. ¡Casi nada!.
Precios altos, para un XC40 aspiracional para economías medias tirando a alto
El precio de este XC40 PHEV es elevado de partida, aunque en Canarias se puede conseguir por un precio bastante interesante frente a la competencia, partiendo de unos 45.000 € más opcionales. El caso de la unidad que me ha ocupado para esta prueba, tiene un precio de 40.000 € si se financia y con descuentos. Hay que tener en cuenta que esta unidad es con acabado «Inscription», que es el más lujoso.
Los paquetes que lleva este XC40 T5 PHEV, aparte del extenso equipo de serie en el acabado citado, son el «Pack Versatility», el «Pack Xenium», el «Pack Park Assist» y el «Pack Light». Puedes mirar el contenido de todos en este enlace. Además hay que sumar la bonita pintura «Crystal White» (1.115 €), el cargador por inducción para móvil (217,80 €) o el chasis Sport rebajado (272,25 €). ¡Imbatible por ese precio!.
Para terminar, os pongo por aquí un enlace a EuroNcap para que veáis la seguridad máxima que ofrece a ocupantes y peatones. ¡Realmente impresionante!.
Como no podía ser de otra forma, seguidamente os paso mi valoración al respecto. Creo que este SUV puntúa muy alto porque la balanza se inclina mayoritariamente por el lado positivo y lo que queda en la parte menos atractiva es meramente anecdótico.

Finalmente, os dejo el vídeo que sumo siempre al reportaje, para apoyar la letra con algo de movimiento. ¡Espero que os guste!.