El Volvo XC40 ha sido elegido el mejor coche del año, lo que implica que lo es por algo.
El pequeño todo camino de la firma sueca es el modelo que, a buen seguro, más ventas va a traer a la marca. El segmento que ocupa es de los más «golosos» para los fabricantes y, de hecho, en la denominada clase premium, va a tener que enfrentarse al Audi Q3 (a punto de sufrir una importante remodelación), al Range Rover Evoque (también a punto de renovarse), al Mercedes Clase GLA, al Jaguar E-PACE o al BMW X1.

Casi nada, ¿verdad?. Pues ese es el plantel al que deberá ofrecer todas sus artimañas para tratar de quitarles mercado. ¡Complicado, pero no imposible!. Más bien diría yo, bastante factible a juzgar por la experiencia vivida a bordo del XC40 prestado para la presente prueba.

Con un aspecto distinto a todo lo visto hasta ahora, incluso respecto de sus hermanos mayores, el XC60 y el XC90, muy juvenil y musculoso y tremendamente original, este XC40 se presenta como la mayor garantía de éxito de Volvo.


Y valores no le faltan; buen motor Diésel, muy silencioso, gran elasticidad, cambio automático excelente, espacio interior por encima de la media, acabados muy buenos, alta calidad de materiales, seguridad al más alto nivel y, eso sí, un precio a la altura de las circunstancias, o lo que es lo mismo, bastante caro, especialmente la versión que hoy pruebo que, aunque parte de una versión «Momentum», está equipado hasta arriba y no le falta de nada.
La plataforma sobre la que está construido el XC40 es la denominada por Volvo CMA (Compact Modular Architecture). Esta plataforma sirve también para dar forma a los modelos V40 futuros y podrá dar vida a modelos eléctricos. De hecho, el XC40 tendrá en un futuro próximo una versión híbrida enchufable y una eléctrica 100%.

Por medidas, está algo por encima del Audi Q3 y del Evoque y es más o menos del mismo tamaño que el Mercedes GLA y que el BMW X1. Mide 4,43 metros de largo y tiene 2,7 metros de batalla, lo que le otorga un generoso espacio interior, incluso para las plazas traseras. De ancho son 1,83 metros por 1,65 de alto. Quizás sea el peso su mayor amenaza frente a la competencia por excesivo, partiendo desde la base ya de casi 1,700 Kg.
Algunos plásticos duros en las zonas bajas no me han gustado demasiado. Eso es algo que no se ve en un XC60, por ejemplo, pero el «baby XC» pertenece al segmento C y eso se nota en este tipo de detalles. No obstante, los acabados generales son estupendos y cuadran perfectamente con lo que se espera de un todo camino premium compacto.

Lo que no veo tan diferente es el salpicadero. Es más juvenil y fresco que el de sus hermanos mayores, pero estéticamente, se asemeja bastante a los grandes SUV de la familia. La pantalla vertical de 9″ tiene buena parte de la culpa y eso no es algo negativo, puesto que a mí me encanta esta pantalla, muy intuitiva y fácil de manejar, a pesar de que hay probadores que la ven compleja. Quizás al principio sí, pero en cuanto te haces con ella, es deliciosamente amigable.

El interior es muy amplio (desde fuera no te lo imaginas así de espacioso) y atrás se viaja muy cómodo, con espacio de sobra para las piernas, salvo que midas 2 metros. De la plaza central trasera, os puedo decir que sirve para momentos muy puntuales y que no es cómoda para viajar dada la estrechez y el túnel central. Los asientos delanteros son excelentes y los traseros también, pero para dos personas, como ya he apuntado. La comodidad para cuatro adultos de casi cualquier tamaño está asegurada al más alto nivel a bordo de este pequeño SUV de Volvo.

El maletero cubica 460 litros, siendo parecido a los que presenta la competencia. Si abatimos los asientos traseros (de manera eléctrica en el modelo probado), la capacidad se va por encima de los 1.300 litros. El portón es también eléctrico y dispone de sistema de manos libres para acceder a él sin problemas dando la famosa patada bajo el parachoques trasero.

El coche es tremendamente cómodo y silencioso. Anda mucho y se disfruta la conducción bastante más que en un XC60 y no digamos un XC90, por la agilidad que demuestra frente a estos. El tamaño manda y se ve mucho más suelto que sus hermanos mayores en carreteras con curvas y en virajes enlazados rápidos.

Su capacidad off road es estupenda, dada su buena altura respecto del suelo. El XC40 cuenta con suspensión McPherson delante y un eje trasero multibrazo, pero se puede dotar al modelo de distintos tipos, según versiones o pagos aparte; así, es posible montar suspensión deportiva o incluso una adaptativa. Sea como sea, la suspensión del modelo que he probado yo, está claramente orientada al confort, aunque permite maniobras a buen ritmo en curvas sin que balancee mucho, especialmente con el programa «Dynamic» conectado.
Respecto a las mecánicas, en esta ocasión, pruebo la mayor de las Diésel, versión D4 con tracción 4×4 y cambio automático de 8 relaciones fabricada por AISIN. Hablo exactamente del D4 de 190 CV, quizás la versión más apropiada y equilibrada de cuantas se comercializan por sus características de elevado par (a bajas vueltas ya es muy solvente en este apartado), de prestaciones muy buenas y de compromiso entre chasis y resto del conjunto.

A mí, a falta de probar otras versiones más o menos contundentes, me parece una opción de compra muy lógica por todo el potencial que ofrece en todos los aspectos. Consumos bajos en torno a los 6,8 litros a los 100 Km, silencio de marcha extraordinario, elevado par motor a bajas revoluciones, recuperaciones muy buenas y prestaciones más que competentes, hacen de este XC40 D4 una opción muy recomendable.

Otras versiones son la nueva D3 de 4 cilindros y 150 CV. En gasolina nos movemos de momento con la también recién llegada T3 (tricilíndrica) de 156 CV y 1,5 litros de cilindrada.
A mayores, nos vamos a la versión T4 de 190 CV y a la poderosa T5 de 247 CV, todo ello a la espera de que se comercialicen dos versiones eléctricas, una híbrida enchufable y la otra pura, de las que hasta el momento se desconocen sus características.

Todos los motores citados de gasolina y de gasóleo son turboalimentados y, en el caso del D4 que pruebo en esta ocasión, de un tacto muy agradable y suave.
El cuadro es digital de 12,3″, como resulta casi imprescindible en vehículos de esta categoría en los tiempos que corren. Es de serie en todos los modelos de la gama, lo cual es de agradecer, porque este tipo de gadgets suele ser opcional siempre.
Es un cuadro fácil de entender y bastante intuitivo, con una presentación muy buena, aunque hay marcas que lo superan en rapidez de los menús y tecnología.

El cambio automático, aunque un poco lento de reacciones, me encanta por su suavidad. Su tacto, es un tanto extraño en modo manual secuencial, ya que para cambiar de marcha de este modo hay que hacerlo lateralmente y no hacia adelante y hacia atrás, como suele ser habitual. A mí, particularmente, no me desagrada y le he cogido el «gustillo». Recuerdo autobuses ultramodernos, en los que he viajado yo, con el cambio de estas características y siempre me ha gustado el accionamiento lateral de las marchas aunque no sea lo más común. Por lo demás, su diseño es minimalista y queda muy bien, desde el punto de vista estético, en la consola central.

Cinco son los modos de conducción posibles: el «ECO», «Confort», «Off-Road», «Dynamic» y uno personalizado. Dichos modos varían la dureza de la dirección, la entrada de las marchas de la caja de cambios y la dureza de la suspensión, que, en todos los modos tiende a blanda, salvo en la Dynamic, que evita balanceos en curva para que el XC40 nos lleve mucho más deportivamente de acá para allá.
Los niveles de equipamiento son cuatro y ya en el «Base» empieza con aire acondicionado, el control de velocidad automático, el sensor de luces y lluvia o el cockpit digital de serie. La versión inmediatamente superior es la «Momentum», que añade a lo anterior sensores de aparcamiento, climatizador mono zona, llantas de 18″ o railes de techo de aluminio, entre otros. La versión por encima de ésta es la «Inscription», que implica lujo a raudales, como por ejemplo la inclusión de tapicería de cuero parcial, el pomo de la caja automática en cristal o los detalles externos brillantes. Finalmente, la «R-Design» es la más deportiva, ofreciendo un chasis sport, pedalier en aluminio, salidas dobles de escape, etc.

Hay que destacar que de serie, TODOS traen en materia de seguridad el City Safety con detección de peatones, ciclistas y animales grandes, sistema de alerta de salida de calzada y de cambio de carril, información de señales de tráfico, etc.

La unidad probada por mí en esta ocasión, viene hasta arriba de equipamiento, montando el techo panorámico eléctrico, los faros Full LED adaptativos, el sistema de alto rendimiento de música Harman-Kardon que, por cierto, suena de maravilla y el «IntelliSafe Surround», que lleva asociados el asistente de ángulo muerto, el sistema de alerta de tráfico cruzado y el sistema de alerta de colisión trasera. También monta el «Pilot Assist» que convierte al XC40 en un semi autónomo que funciona muy bien y que ya he probado en otras ocasiones con los resultados que ya conocéis los que me seguís con frecuencia. Las llantas son de 19″ en esta unidad y también monta un sistema de cámaras exteriores 360º para ver una imagen cenital del SUV, muy útil en garajes estrechos, por ejemplo.
Todo esto tiene un coste y no es barato. El XC40 D4 Aut. AWD parte de un precio de alrededor de 39.400 € en Canarias, pero con el equipamiento que lleva en concreto esta unidad probada, hablamos de 49.500 €, que, con campañas para particulares, incluyendo financiación, se puede quedar en unos 43.000 € aproximadamente. ¡Caro, pero muy bueno; eso es lo que hay!.
Como novedad interesante, este XC40 presenta el «Care By Volvo», un programa que consiste en una suscripción para no adquirir directamente el coche, sino para alquilarlo durante 24 meses, incluyendo la operación el seguro y mantenimiento, además de otras prebendas. Este sistema se ofrece a partir de 699 € al mes haciendo un máximo de 15.000 Km al año. Si hacemos números, lo mismo hasta es rentable y todo.
La valoración que doy a este SUV compacto de Volvo de última generación es muy alta porque es muy bueno en todos los apartados analizados y, no en vano, es el coche del año 2018 y eso es por algo. ¡Mírala aquí abajo!:

Te dejo por aqui un vídeo de la seguridad que ofrece este SUV de Volvo y el resultado de los estudios realizados por EuroNcap, que, curiosamente, se publican hoy mismo. Échales un vistazo aquí.
Finalmente, te adjunto aquí el vídeo de la prueba para que me acompañes, como siempre, en este emocionante mundo del automóvil. ¡Disfrútalo!.