Y no lo digo en clave peyorativa, ni mucho menos, si no todo lo contrario. Esta prueba del Volvo S90 AWD anuncia a las claras que llegó el aguafiestas para los que pasan a ser sus rivales directos de las estirpes más elevadas del bien conocido trío alemán, junto a otros modelos japoneses, como el Lexus GS o el Infiniti Q70, sumando algunos más alejados de nuestras coordenadas, como el Cadillac CT6 o el siempre majestuoso y elegante Maserati Ghibli.

Hay más competidores soberbios de este gran sedán de nueva creación de la marca sueca, como es el Jaguar XF, pero me voy a centrar en este S90 que Volvo ha traído al mercado para resultar un auténtico aguafiestas de todos y cada uno de los citados y del que voy a dar cumplida cuenta en este reportaje que se ha hecho esperar, pero que al final ha llegado.

Con una carrocería que impresiona en directo por sus dimensiones y su belleza extrema, se inicia el contacto con este «crucero de las carreteras». Y digo crucero, porque viajar a bordo es como si lo hicieras en un gran transatlántico surcando los mares con tiempo en calma total, sin olas.

Los 235 CV de su motor de 2 litros, tetracilíndrico Diésel «Drive-E», empujan al elegante sedán como si de un 6 cilindros se tratara, arrojando unos consumos más propios de un tres cilindros. He podido hacer consumos de risa sin abusar del acelerador, aunque si le pisas, se disparan, como es lógico. Es la magia del Downsizing, pero sin pasarse con el «Down». El motor es pequeño, sí, pero tecnologías como el sistema denominado por Volvo «PowerPulse», primicia mundial de la firma sueca, permiten que el turboalimentador dé un impulso instantáneo de aceleración a la más mínima insinuación al pedal derecho. El resto del trabajo lo desempeña a la perfección el fantástico cambio automático «Geartronic» de ocho relaciones, consiguiéndose un conjunto excepcional en el segmento y poniéndole las cosas realmente feas a la competencia, por mucha fama que ésta haya atesorado a lo largo de los años.


Eso, por no hablar de su tracción integral, que en esta motorización D5 es de serie, lo que lo convierte en un auténtico seguro de vida sobre el asfalto, con independencia de cuáles sean las condiciones externas de la calzada.
Y es que desde su llegada a los concesionarios, hace escasamente ocho meses, la prácticamente asegurada vida plácida de los A6, Serie 5 y Clase E, se truncó definitivamente; ¿he dicho anteriormente aguafiestas?.
Con una carrocería que alcanza casi los 5 metros de longitud y una anchura de casi 1,90 metros, esta gran berlina se sitúa ligeramente por encima de los aludidos anteriormente y ligeramente por debajo del segmento F en sus versiones de batalla corta (los Clase S, Serie 7 o A8, para entendernos mejor).
¡Es absolutamente imponente; mucho más, si se me permite, que un Audi A6, un Clase E o un Serie 5!. Y esta afirmación no la hago tanto por el tamaño, que como ya he dicho, es ligeramente superior, sino por las formas y la estética completamente distinta a las ya archiconocidas líneas germanas, con unos voladizos cortos y un capó casi interminable que lo hacen lucir ultra elegante. ¡Lo que se dice un auténtico «rompecuellos», garantizado!.

Los más puritanos y ortodoxos seguidores germanos, criticarán la zaga del S90 por «extraña» y la verdad es que, por original y desconocida en el segmento, puede parecer en un principio algo rara, pero basta mirar el coche un par de veces para otorgarle una nota alta en lo que a estética se refiere.


Si bien hasta el momento sólo me he referido al exterior, cuando accionamos la manilla de la puerta y accedemos al interior, un mundo de sofisticación, lujo, calidad y buen gusto se abre ante nuestros ojos. ¡Muy luminoso y acogedor!.
Los materiales utilizados y las terminaciones rozan la perfección, dejando atrás en este aspecto a marcas tan reputadas como BMW y mostrando nuevos caminos al que se supone que es la referencia en estas lides, Audi, porque sentándote al volante del nuevo S90, sobre todo en su versión Inscription, que es la que pruebo en esta ocasión, percibes inmediatamente que la fama la crearon otros pero la práctica demuestra que nada de lo observado en el interior de este coche puede hacer pensar que los acabados están por debajo de los de un A6 o un A8, incluso, sino que, como mínimo, están al mismo nivel y recalco lo de «como mínimo», sin exagerar.

La plataforma SPA que ha creado este S90 es la misma que creó a su hermano mayor, el XC90, lo que asegura unas cotas interiores dignas de una limusina con la excepción de la altura en las plazas traseras, donde personas muy altas podrían quejarse por la menor altura al techo dadas las formas de semi coupé del vehículo. Probablemente en las plazas traseras de un Clase E haya más altura libre al techo.

A estas alturas a las que volamos con este tipo de coches, no debería faltar alguna motorización de 6 cilindros. ¡No me cansaré de decirlo, aunque Volvo considera que no hace falta!. No obstante, este motor de 4 cilindros asociado a la estupenda caja automática Geartronic de 8 relaciones y a la tracción integral para esta versión, hará las delicias de cualquier usuario por exigente que sea, salvo que venga de otra galaxia y esté acostumbrado a conducir exclusivamente coches de 8 ó 12 cilindros.


La dirección me encanta por su precisión y tacto. Los frenos, me parecen estupendos y actúan a la mínima insinuación al pedal, por no hablar de las soberbias actuaciones que presentan ante situaciones de emergencia de manera autónoma.
Respecto al equipamiento de seguridad, decir que trae de todo. Airbags por doquier, incluido el de rodilla para el conductor, cámara de marcha atrás (con una resolución extraordinaria) y 360º, «Pilot Assist» o lo que es lo mismo, piloto automático, que sumado al sistema de velocidad de crucero adaptativo y a la relación de radares y sensores que rodean al vehículo, conduce por sí mismo, eso sí, con la debida diligencia por parte del conductor, que no debe perder en ningún momento de vista los «manejos de la robótica» para no llevarse algún que otro susto. ¡NO RECOMIENDO A NADIE UTILIZAR ESTE SISTEMA SI NO SE ENTIENDE BIEN LO QUE SE HACE!. El S90 tiene un complejo modo de configuraciones a través de la pantalla central que hay que manejar perfectamente para activar de manera adecuada los distintos dispositivos con el fin de obtener los resultados esperados. Para ello, los profesionales del concesionario te explicarán minuciosamente las distintas posibilidades que te llevarán a disfrutar del sedán más seguro del mundo.

De esta forma, las manos y los pies deberán estar prestos a actuar en caso de desconexión o de «cortocircuito» de los sistemas, a pesar de lo fiables que parecen, ya que, como se ha repetido hasta la saciedad, la conducción autónoma será una realidad dentro de unos añitos, siempre y cuando los humanos resolvamos algunas contrariedades que presenta este tipo de circulación.

No me voy a enrollar más, así que si te apetece, date una vuelta conmigo a través de este vídeo que te adjunto. Luego ya, si quieres, me contarás qué impresiones te ha causado el nuevo S90.
Échale un vistazo a la valoración del coche. Su nota es realmente elevada, pero es que no es para menos.

A continuación, en este vídeo puedes ver cómo se comporta el nuevo Volvo S90 ante las durísimas pruebas de EuroNcap. ¡Disfruta de él!.
Y aquí el enlace a las altísimas calificaciones obtenidas en materia de seguridad.

Como colofón, te diré que los precios de este vehículo comienzan en algo más de 44.000 €, pero si queremos una motorización potente y unos acabados como los que has visto, esa cifra casi se duplica, lo cual no es malo ni bueno, sino el precio de la calidad, la seguridad, la tecnología, el confort y la imagen a niveles elevadísimos. ¿Estarías dispuesto a gastarte tanto dinero, si te lo pudieras permitir, en este coche?. ¡Yo sí!.