El Grupo Volkswagen falsea mediante software las emisiones en EE.UU. y eso le puede costar muy caro al gigante alemán, que se enfrentaría a una multa de hasta 18.000 millones de dólares. La causa, la ya comentada de instalar un software para falsear el nivel de contaminación en Estados Unidos. Sus acciones en bolsa cotizan cayendo en picado. La EPA ha lanzado en Twitter la denuncia de la «pillada» al Grupo Alemán, por lo que va a ser difícil parar la oleada de críticas feroces, especialmente en aquel Continente, a nivel mundial.

El Grupo Volswagen, a través de su máximo responsable, ha encargado una investigación exhaustiva para determinar qué ha sucedido y aclarar por qué se instaló un software en cinco modelos de su gama con el objetivo de falsear las emisiones y así poder cumplir la regulación medioambiental en EEUU. Los modelos que han suscitado la polémica son el Volkswagen Golf, el Jetta, el Beetle y el Passat y, dentro de la gama de Audi, el A3. El decubrimiento de tan desafortunado incidente, partió de la Universidad de Virginia, que detectó que el Grupo Alemán había instalado un software que se activaba únicamente cuando los coches pasaban las inspecciones pertinentes al efecto, permitiendo que las mediciones obtenidas supusieran el visto bueno, a pesar de que esas emisiones de óxidos de nitrógeno procedentes de sus escapes multiplicaban por 40 el límite establecido. Fue el pasado viernes, cuando la Agencia de Protección Medioambiental (EPA) de EE.UU y el Estado de California, acusaron a Volkswagen de trucar vehículos y falsear las emisiones a través de software y ordenaron la revisión de 482.000 unidades. Los modelos afectados estarían circulando desde 2008. Por su parte, el diario New York Times destacó que el engaño supone una tapadera de la emisión de agentes muy nocivos para la salud, que implican complicaciones en las vías respiratorias cuales son el asma u otras de análoga gravedad.
En un escueto comunicado de apenas cuatro párrafos, el consejero delegado de Volkswagen, Martin Winterkorn, se mostró muy dolido por haber «roto la confianza» con los clientes y asegura que pondrá todo de su parte para colaborar con las autoridades.

Éste sin duda, es uno de los mayores contratiempos con el que jamás se ha encontrado Volkswagen. A la espera de cómo acabará todo esto, no estaría mal que se tomara nota por parte de todos los fabricantes de cara a garantizar que sus productos cumplen realmente las normativas (cada vez más estrictas) en orden a mantener el Planeta lo más limpio de agentes cominantes posible. Tendremos que asumir de una buena vez que las cuentas de resultados fabulosas de las grandes compañías están muy bien, pero no a costa de sacrificar otros valores que deben permanecer inalterables en la cima de la pirámide moral. Ahora la pregunta sería si no pasará lo mismo en Europa, con ésta o con otras marcas. La EPA ha sido la primera en denunciar tan ruin procedimiento de «escaqueo» para incumplir la normativa en materia medioambiental. Si este desagradable suceso ha servido para que se pongan las pilas de una vez, bienvenido sea, pero esta vez, los chicos del Grupo VAG la han hecho bien grande y las consecuencias comerciales que esto tendrá, son incalculables a día de hoy.
Hacer frente a la sanción correspondiente, a la devolución del importe pagado por el coche al comprador -y quizá alguna compensación adicional- y el daño a la imagen sufrido… El golpe puede ser definitivo
Perder un tercio de tu valor en un rato es muy significativo y preocupante. Sin embargo, para mí es peor la sospecha de que ese fraude terminará castigando fuertemente a todo el sector.
Un saludo.