El nuevo Tesla Model S P85D es una evolución sobrealimentada con un motor eléctrico dual (como el que lleva el Model X), con tracción a las cuatro ruedas y capaz de generar una potencia de 691 CV.

Generar 1 G de aceleración, pasar de 0 a 100 en 3,2 segundos o alcanzar sin casi enterarse los 250 Km/h, es algo que no se imaginaba nadie hace tan solo un lustro ni en el mejor de sus sueños. Hoy, de la mano del genio de origen sudafricano Elon Musk, es una realidad.

Este modelo, que deja atrás a los Ferrari, ha sido diseñado con la experiencia del McLaren F1 de fondo. Sólo con echar un vistazo a los modos de conducción posibles, lo entenderás. Estos se pueden seleccionar de acuerdo con el modo de conducción que pretendamos practicar. El primero se denomina «Normal», el segundo «Sport» y por último uno que se llama «Insane» (o traducido al español, ¡de locos!).

El fundador de la Compañía, ha querido que este Model S P85D lleve integrados sistemas de pilotaje autónomos de última generación, dentro de los actuales márgenes legales. No será posible echarse a dormir mientras nuestro flamante Tesla se mueve por las ciudades o carreteras, pero sí podrá actuar de manera independiente y sin conductor gracias a los sistemas de hardware y software AWD que incorpora. El asistente de aparcamiento que lleva este coche no es, ni mucho menos, de los que están al uso en nuestros días, sino de los del Siglo XXII. Es un asistente que, tras activarlo y abandonar el vehículo, aparca solo en el garaje de tu casa. El sistema permite, siempre y cuando estemos en propiedad privada y acotada (en la vía pública, de momento es ilegal), llamar al coche mediante nuestro smartphone para que nos venga a buscar a la puerta desde el garaje, incluyendo la posibilidad de programar el evento en un calendario para que el coche nos espere cuando queramos. ¿Está llegando el futuro?. No; el futuro ya está aquí; lo que ocurre es que Elon Musk nos muestra en sus productos lo que la tecnología actual es capaz de hacer por nosotros. La parte «aburrida» podría ser, entre otras virguerías, la que permite al coche cambiar de carril con sólo activar el intermitente y manteniendo la mayor seguridad posible gracias a sus sistemas de vigilancia periférica inteligentes o la que «lee» literalmente las señales de tráfico y adecúa el comportamiento a las necesidades de las mismas (detecta una señal de velocidad máxima a 40 y si vamos a 60, el coche frena hasta adecuarse al mandato legal de ir a 40). ¿A que a más de uno o una ya no le gusta tanto la idea del coche inteligente?. Malos tiempos corren para los díscolos con la llegada de los coches autónomos, porque funcionan de acuerdo a la Ley y eso a algun@s les va a parecer de lo más aburrido.

De momento y a día de hoy, ya se pueden hacer pedidos en USA por unos 100.000 €  (al cambio unos 120.000 $). Es caro, pero los coches a los que puede batir en pista, pueden llegar a costar el doble y hasta 10 veces más. ¿Te sigue pareciendo caro ahora?.