El Smart EQ Forfour y el encanto de la ciudad son dos conceptos que tienen bastante que ver. ¡Me explico!. Durante un par de horas, el «Rey de la urbe» ha sido mío y nos hemos dado una vuelta por ahí. ¡Te cuento mis sensaciones!.


De entrada, el coche es pequeño, muy pequeño. Sin embargo, interiormente no lo es, al menos en las plazas delanteras. Homologado para cuatro plazas, si no tienes una estatura muy elevada y delante no van personas muy altas, puedes acomodarte bien en la banqueta trasera.
El que se quiera comprar este vehículo, por cierto, a punto de ser reemplazado por una versión que, esperemos, sea más potente y con una autonomía más acorde a los últimos tiempos, debe ser un «urbanita» que necesita el coche para lo que lo necesitamos casi todos; a saber: ir al cole con la niña, ir de compras (pocas, porque el maletero no da para mucho), ir al trabajo y moverte en general por la ciudad.
El Smart va a ser reemplazado próximamente en versiones únicamente eléctricas.

Todo lo que exceda este planteamiento, con sus escasos 120 Km de autonomía real, es jugársela a la ruleta rusa. Las nuevas versiones que se presentarán previsiblemente en el Salón de Frankfurt, posiblemente sí vayan dotadas de mayor capacidad de batería y, por ello, de mayor autonomía.

El Smart Forfour es un coche en términos generales cómodo, maniobrable a más no poder y con una estética y un equipamiento dignos de, como poco, comentarios de toda clase y opinión.
Sus características no destacan en ningún sentido, ni por arriba, ni por abajo, tratándose de un vehículo discreto en todos los aspectos, a excepción de su apariencia, que no deja indiferente a nadie.
La mejor forma de acercarse a este coche es probarlo; subirse a él. Y digo esto, que parece una majadería, porque a primera vista, puedes pensar que el Smart es una especie de juguete – capricho para «niños o niñas bien» y nada más lejos de la realidad.
Estamos hablando de un auténtico utilitario que nos va a hacer la vida mucho más fácil y que lleva la practicidad a niveles poco comunes.

A mí me gusta, por su sencillez y disposición. Todo está muy a la mano y la unidad probada lleva ordenador, navegador, equipo multimedia sobre pantalla táctil, climatizador, techo NO practicable de cristal, etc.
La dinámica del Smart es igual de sorprendente por buena, desplazándose silenciosamente y sin sobresaltos entre el tráfico acompañante.

Presenta una batería con capacidad de 17,6 kWh que le da una autonomía de 155 Km, los cuales, en realidad, se quedan en unos 120 más o menos.
Las dimensiones del Smart son casi de juguete, pero ideales para la ciudad.
Con unas dimensiones totales de 3,5 metros de largo por 1,67 de ancho por 1,55 de alto y un maletero que «hace» los 185 litros, ya te puedes imaginar los tamaños de los que estoy hablando.

Esos tamaños, por ejemplo, son ideales para mi plaza de garaje, ya que es enana y este coche es el ideal para ocuparla.
Respecto a los acabados, no son los mejores que he visto, aunque son resultones. Un detalle que no me agrada mucho de este Smart, es que las ventanillas traseras son abatibles, no permitiendo su bajada y subida como sería lógico.

Como pegas extras que le pongo tenemos la imposibilidad de montar faros LED (espero que lo arreglen ahora), llevando bombillas halógenas para luz de cruce y carretera, usa frenos de tambor traseros y aún conserva la palanca de freno de mano del siglo pasado.
Por lo demás, para mí este coche es especial en tanto en cuanto sirve para lo que ha sido creado, que es callejear como no puedes hacer con ningún otro modelo.
Potencia discreta para prestaciones discretas.
Sus 81 CV al cambio, son más que suficientes para mover con soltura a este «peque» del asfalto, aunque sus prestaciones son discretísimas; téngase en cuenta que esté pensado única y exclusivamente para circular en ciudad.

La dirección es tan suave, que circular por autovía a velocidad alta supone una incomodidad sintiéndose una flotación y una ausencia de sensaciones de lo que ocurre bajo las ruedas. Esta circunstancia se contrarresta con la suavidad de manejo al aparcar y al circular a baja velocidad.

Hay que señalar que la visibilidad en todas las direcciones es estupenda y que, al no sonar la mecánica, todo es paz y tranquilidad allí dentro.
Como dispositivo curioso, lleva un radar en la parte delantera que analiza el tráfico precedente para preparar la frenada regenerativa en caso de tener que usarse. El modo de conducción «ECO» es el más indicado para que, al soltarse el acelerador, el coche retenga y genere más autonomía en marcha.

El Smart Forfour es un vehículo de la Nueva Era, con un precio bastante ajustado, habida cuenta que parte de unos 25.000 €, que pueden quedar mermados con suculentos descuentos y subvenciones en poco más de 18.000 €.

Si lo que quieres es distinción, maniobrabilidad extrema, ahorro de costes y buenas prestaciones para la ciudad, sin duda éste puede ser uno de tus coches preferidos. Además, de los eléctricos puros, será el más barato con diferencia.