
Interesante este SEAT Ibiza en su versión ranchera o SW, con un motor de gasolina que rinde 85 CV. Se trata de un coche de cinco plazas con portón trasero por ser la versión ST. El aspecto del coche, en lo que respecta al diseño, puede parecerle a cada cual de una manera, ya que, como dice la sabiduría popular, «sobre gustos no hay nada escrito», aunque también hay otro dicho que asegura que «hay gustos que requieren palos». A mí, personalmente, me gusta, aún cuando jamás ha estado, está o estará entre mis planes comprarme un vehículo de estas características, ya que el diseño ranchera no es el que más casa con mis preferencias particulares.
Respecto a sus medidas, alcanza los 4,24 mts. de longitud por 1,69 mts. de ancho por 1,44 mts. de alto, cubicando su maletero unos buenos 430 L en configuración de doble fila de asientos. Si abatimos la fila trasera, llegaremos hasta los 1.164 L. La rueda de repuesto que vemos en la imagen es opcional y la unidad de pruebas la lleva incluida por 78,60 €. De serie viene con un kit antipinchazos que, como ya he tratado en el blog en otra ocasión, bien merece pagar el sobreprecio de la rueda.

La llave que viene con el vehículo es de tipo «espada», recordándome a la que traen los Audi o los Volkswagen, que son iguales, con la única variación del logo de marca. Una vez en marcha, el coche tiene una rumorosidad muy buena en parado y a baja velocidad, aunque, a medida que vamos elevando el ritmo, los decibelios se incrementan también de una manera notable. En términos generales, hasta los 110 / 115 Km/h la rumorosidad no es molesta y está en la línea de sus competidores y, en algunos casos, bastante mejor. Respecto al aire acondicionado, me he fijado en que, al activarlo, se activa también la recirculación, cosa que no he llegado a comprender muy bien. Esto implica que hay que desactivarla para que el caudal de aire pase del exterior al interior. Normalmente esto es al revés y la recirculación hay que activarla «ex profeso».


He realizado una prueba por ciudad, autovía y carretera de montaña y el comportamiento del coche es la característica que más me ha gustado particularmente.
La unidad prestada monta un motor de gasolina de 85 CV asociado a una caja de suave funcionamiento con 5 relaciones y que, según el fabricante, consume en ciudad 6,5 L/100 Km, en carretera 4,4 L y en ciclo combinado 5,1 L a los 100, emitiendo 119 g/Km de CO2. Todos estos datos, como es evidente, los pongo en cuarentena cada vez que pruebo un coche, dada la importante tendencia que tienen los fabricantes a no ser todo lo veraces que debieran a la hora de publicarlos en sus catálogos y hojas de características técnicas. El gasto que ha mostrado el ordenador de a bordo para esta prueba, teniendo en cuenta que era combinada, aunque la mayor parte del tiempo ha sido en carretera virada y a buen ritmo, sobre todo subiendo a la Cumbre, ha estado en torno a los 7 L/100 Km, lo cual es un consumo que está bastante bien para un coche de gasolina. Estoy seguro que con una conducción menos exigente, ese consumo se habría acercado bastante a los 6 L/100, con lo que entiendo que este motor TSI es bastante «cauto» a la hora de «beber» gasolina. Por lo que se refiere a la conducción pura y dura, me ha sorprendido el conjunto gratamente, puesto que, al ser un vehículo ranchera y, por tanto, 18 cm. más largo que el Ibiza normal de 5 puertas y 20 cm. más que el de 3 puertas, pensé que se iba a mover con cierta torpeza y nada más lejos de la realidad. Este Ibiza ST se mueve con mucha soltura por este tipo de trazados y además no hace un mal gesto aunque lo fuerces más allá de lo que sería una conducción normal y corriente. Está realmente a muy buen nivel en este aspecto, ofreciendo un comportamiento más al estilo de vehículos de su tamaño con más renombre que a otros generalistas con los que comparte comparativas. Tiene una dirección muy precisa que te lleva el coche por donde tú quieres que vaya sin sobrevirar ni «irse de morro», lo que agradecí mucho al no tratarse de un modelo compacto al uso o que tenga aspiraciones más allá de ser un turismo ideal para todo aquel que quiere adquirir a un precio suculento un vehículo polivalente y capaz en cuanto a espacio. La conducción, por tanto, ha sido muy positiva, señalando que ofrece un confort de rodadura notable, filtrando las irregularidades de la calzada de una forma muy eficaz.

Si tuviera que poner un pero a todo este buen criterio general, se lo pondría a los frenos, que, únicamente en el descenso, me han dado la sensación de «fading», lo que no es poco habitual dado el pronunciado y contínuo descenso de muchos kilómetros desde la Cumbre hasta la Capital. Para aclarar esto último, diré que el «fading» es un anglicismo que se utiliza para definir la pérdida de eficacia de los frenos por un uso continuado. Si el sistema no es capaz de desalojar el calor que genera la fricción de sus componentes (discos en este caso), se produce este fenómeno, disminuyendo su eficacia momentáneamente por ese sobrecalentamiento. La generación de «fading» al cabo de varias frenadas, la mayor parte de las veces, está relacionada con el tipo de conducción que practicas, aunque ésta no es la única causa, pudiendo deberse también a la forma y / o tamaño de la llanta, ya que de ella depende la entrada de aire para proporcionar refrigeración. La mejor forma que hay de evitar el «fading», es usar el freno motor en pendientes pronunciadas. No obstante, la mejor prueba para detectarlo (y esa es mi obligación) es frenar en bajadas constantes para ver si aparece.
Respecto al habitáculo del Ibiza St, hay que decir que está realizado con materiales sencillos de una calidad normal y con unos ajustes buenos en general, aunque sin llegar a las terminaciones propias de sus hermanos de Grupo (Volkswagen y, por supuesto, Audi). Hay cuatro niveles de acabado y equipamiento para este familiar que son el Reference», el «I-TECH», el «Style» y el «FR», siendo ésta última la mejor equipada y acabada.

El equipo de sonido es muy discreto y no es muy intuitivo, que digamos. Personalmente creo que el mando tipo «satélite» que lleva debajo del volante a la izquierda, se lo podían haber ahorrado. Quizás un par de botones en el volante hubieran facilitado las cosas en este sentido. Los asientos son bastante cómodos y sujetan correctamente el cuerpo. La tela que los decora parece de buena factura.
El equipamiento es decente, sin lujos ni elementos que destaquen por su tecnología extraordinaria. La unidad probada cuenta con un útil y de buen manejo ordenador de a bordo con Check Control, espejos exteriores regulables eléctricamente, dirección asistida, alzacristales delanteros eléctricos, faros antiniebla integrados y aire acondicionado manual. En cuanto a la seguridad, destacan los airbag frontales y laterales para conductor y acompañante, el sistema de frenada ABS y el Programa Electrónico de Estabilidad (ESP), muy recomendable en situaciones comprometidas en ciudad y carretera y un acierto rotundo de la Marca al incorporarlo entre su equipamiento principal. Enlazo a EuroNcap, aunque el modelo testeado por esa Institución, es el Ibiza normal, pero por aproximación, podría valer..


El precio en Canarias de este coche con el acabado presentado y en color blanco, que no supone sobreprecio, es de 15.990,54 €. Con la campaña actual, tanto por parte del Concesionario, como por parte de Fábrica, sumando otro descuento si financias el vehículo, te puedes llevar este interesante SEAT Ibiza ST por 12.551,95 €. Si aportas coche para el PLAN PIVE, te lo llevas por el ya más que interesantísimo precio de 10.496,30 €, gastos de transporte e impuestos aparte. Para más información, si vives en Gran Canaria, no dudes en dirigirte al nuevo Concesionario de ORVECAME en el Sebadal, donde serás atendido por personal muy profesional y atento.
Hola Luis, muy buen análisis ¡gracias por compartirlo!
Gracias por el comentario.
Un saludo.
Pero podía haber comentado cómo va el coche con ese motor, si lo mueve bien, que casi lo principal y no lo trata. No lo entiendo.
Hola. El coche va bien con esa mecánica, sin pretensiones de correr mucho ni hacer curvas a elevada velocidad, como puede imaginar. Es un coche para llanear e ir tranquilo sin más. Anda bien, pero con el coche cargado y el maletero ocupado, ese motor se me hace corto, sobre todo si queremos subir puertos o recorrer zonas de mucha pendiente.
Son 85 CV que dan para lo que dan. Tranquilidad de manejo y de ruta sin pretender alcanzar altas velocidades ni aceleraciones fulgurantes.
Un saludo cordial.