En la década de los 70 fue cuando se empezó a tomar conciencia en España por la velocidad que había que implantar en sus carreteras. En aquella época, los coches que existían eran los que, algunos que peinamos canas, hoy recordamos con espanto, o con cariño, según se mire. Y es que un Simca 1000, alcanzaba los 130 Km/h y un Citroën 2CV escasamente llegaba a los 100 Km/h, lo que significa que en la época, los límites de velocidad los marcaban de por sí los mismos coches.
Con el establecimiento de los límites, que llegaron a estar en 130 Km/h y que bajaron poco después a 100 Km/h por la crisis del petróleo, llegaron los sistemas de imposición de sanciones y las controversias varias tan afines al pueblo español.
En aquellos años, circular a más de 100 Km/h en un «trasto» de aquellos era simple y llanamente una locura, empezando por la propia estructura y tecnología de los vehículos, que daba para lo que daba, siguiendo por la escasa formación vial que tenían nuestros abuelos/padres, y terminando por las infraestructuras existentes en el momento, que eran literalmente una vergüenza comparadas con las que existían ya en otros países del entrono.

Pero está claro que no sería justo por mi parte comparar aquello con esto. Me explico; la evolución ha venido de la mano de la industria en todos los sentidos. Los cambios políticos acaecidos entonces, hicieron el resto. Poco a poco España se ha venido vertebrando con grandes infraestructuras (en ocasiones, demasiadas) siendo hoy en día uno de los países con mejor red viaria de Europa.
La última idea del Gobierno español, fue la de elevar a 140 Km/h en ciertos casos y circunstancias, la velocidad en algunas autopistas. España, como siempre, se dividió y a unos les pareció buena medida y a otros les pareció nefasta.
En mi opinión, como conductor que tengo a mis espaldas más de 20 años de experiencia, creo que una medida de esta naturaleza no debería ser traumática para nadie, teniendo en cuenta los modelos de coches que existen y las estupendas autovías y autopistas a nuestra disposición. Cualquier compactito de 90 CV es capaz de irse por encima de los 160 Km/h sin problema alguno. Es evidente que hoy en día, las limitaciones legales, están muy reñidas con las capacidades de nuestros coches. ¿Pero, que hay de nuestra formación vial 40 años después?. Esa sí que es una asignatura pendiente en España y de la que nadie habla. Los estudios mostrados por las distintas organizaciones involucradas, establecen datos nada halagüeños sobre la cultura vial de los conductores. Los niños no son bien educados en los colegios en este tipo de disciplinas y estos, copian las costumbres de los padres al volante. Costumbres como no abrocharse el cinturón nada más subirse al coche, como vocear a otros conductores porque entendemos que son los demás los se equivocan siempre y nosotros somos estupendos, como ir hablando por el móvil o escribiendo mensajitos, o como salir de un bar habiéndose tomado 4 cañas y coger el volante como si nada. Esta es la cultura que le estamos dando a nuestros hijos y que mañana ellos emularán como dogma de fe, sin discusión alguna.

Rotundamente NO. En España no estamos bien educados en cultura vial. Ese es el único problema que veo yo en la aplicación de la Norma tratada en el post. 140 Km/h en autopistas es una velocidad muy apta para casi cualquier coche que transite por nuestras carreteras hoy en día y las propias vías, son muy adecuadas también al propósito, pero los conductores tenemos un lastre en la educación vial que frena esa capacidad otorgada ya por los medios materiales. La idiosincrasia española marca la presunción de que si me dicen que circule a 100 km/h, yo puedo irme hasta los 120 Km/h porque en ese margen no me multan. Somos así y no podemos evitarlo. Si nos marcan 120, nos vamos a 140, que no pasa nada. Eso sí, ya a 141, nos lo vamos pensando más porque si nos sacan la foto a esa velocidad, ya sabemos que en el plazo de unos días tendremos la «receta» en casa sin demora. Si sabemos de antemano dónde está el radar, pasaremos bajo su influencia a la velocidad marcada o incluso menos, para que vea Tráfico lo buenos que somos y en cuanto nos alejamos, volvemos a superar el límite en 20, 30, 40 ó más Km/h. Esta es la educación vial que nos guía a los mandos de un vehículo y esa no es la cultura vial que existe en los países de nuestro entorno. Por todo ello, entiendo que el Gobierno, antes de dar el paso de incrementar la velocidad a 140 Km/h, debería velar por el incremento en la cultura vial de nuestros conductores, desde los más noveles, a los más experimentados. Las encuestas, cantan todos los años. La mayoría de los conductores con años de experiencia, suspenderían hoy el carné si se volvieran a examinar. Mucha gente no sabe hacer una rotonda, no saben leer la mayor parte de las señales de tráfico que se encuentran, no saben que hay que circular OBLIGATORIAMENTE por el carril de más a su derecha en carretera, no saben cambiar una rueda en caso de pinchazo, no saben qué hay que hacer en caso de accidente, los intermitentes en España, parecen no venir de serie en los coches porque es difícil encontrarte a alguien que los active y un larguísimo etc. Así, los 140 Km/h NO. Con cultura vial, ni 140, ni 200. No hace falta establecer límites en el momento en que cada uno sabe perfectamente lo que tiene que hacer, a qué se expone físicamente y expone a los demás si no respeta las normas y cuáles son las consecuencias administrativas y penales a las que se enfrenta en caso de incumplimiento. Que so lo cuenten todo esto a un alemán, por ejemplo. ¡Educación ,educación y educación. No me cansaré de decirlo y luego, fuera límites!.
Muy interesante, pero me temo que no corren buenos tiempos para este aumento de velocidad. No olvidemos que los motores están optimizados para un consumo óptimo a una velocidad de crucero mucho menor. La resistencia que ha de vencer un coche se divide, a grosso modo, en dos partes: resistencia de la rodadura, que es un valor más o menos constante, y la resistencia aerodinámica, que aumenta fuertemente al hacerlo la velocidad, de forma que el consumo se dispara. Y es que pasar de 90 Km/h a 140 Km/h puede hacer aumentar el consumo de combustible más de un 50%, y eso son palabras mayores con la gasolina a casi 1,5 euros/litro -por ahora- … Imagínenese con la gasolina a 2 euritos… Solo laquellos con un gran poder adquisitivo podrían circular a esta velocidad… En todo caso, como mínimo habría que replantearse el diseño de los motores etc. para una velocidad de crucero de 140 Km/h. para optimizar el consumo, emisiones de gases etc.
Evidentemente, el consumo aumenta a medida que incrementamos la velocidad. Los consumos para los coches están optimizados para velocidades de 90 y de 120, como regla general. No obstante, el artículo no estaba planteado en esos términos, sino en la idoneidad o no del incremento de la velocidad máxima permitida en autopistas y autovías en condiciones determinadas aplicado al País España. Según está planteado el asunto, no será el tema económico el que tenga que preocupar al usuario, porque las condiciones para poder incrementarse la velocidad serán tasadas y muy restrictivas. Por lo demás, hay una cosa que está clarísima en todo esto y es que el que quiera y solo el que quiera, podrá acelerar hasta alcanzar dicha velocidad cuando se le permita. El conductor que esté pensando en el gasto de carburante por esta circunstancia, podrá optar sin problema por no correr y circular por debajo de la velocidad máxima permitida. ¡Tan sencillo como eso!.