

La pregunta que me hago tras la prueba realizada no tiene desperdicio: ¿y ahora, por dónde empiezo?. Tengo que reconocer que esta prueba del Range Rover Sport SDV6 HSE de 292 CV se me asemeja mucho a lo que podría ser un viaje alucinante en el lujoso Orient Express por muchas causas. Desplazarse con ese monstruo por autovía, es hacerlo a bordo de la más refinada berlina del mercado. Si te sales de la autovía y te metes en una carretera de montaña, como la que va a parar a la Cumbre de Gran Canaria (los de aquí ya saben de lo que hablo), con curvas y más curvas y más y más hasta aburrirse, resulta que te lo «pasas pipa» a bordo del Range Rover. Pero es que si te vas al campo con él y lo metes por terrenos no asfaltados y lo subes y lo bajas y lo metes en agujeros y lo sacas de ellos y…, pues resulta que llegas a la conclusión de que es imposible aburrirse a los mandos de este TT de lujo.

El nuevo Sport, mide 4,85 mts. de longitud por 2,07 mts. de ancho, por 1,78 mts. de alto, con lo que su estampa provoca grandiosidad. Se trata de un TT especialmente espacioso dando unas cotas de confort prácticamente desconocidas en el universo de este tipo de vehículos. No tiene asientos, tiene auténticos sofás que acogen tu cuerpo con verdadero esmero. Dotados de todo tipo de reglajes eléctricos, te tratan a «cuerpo de Rey» durante todo aquel desplazamiento que hagas, por desagradable que éste sea. Sus perfectos, esmerados y exquisitos acabados allá donde quiera que mires en el interior y el extraordinario trabajo mecánico realizado por los ingenieros de la Marca, te transportan inmediatamente a un mundo de lujo sin cortapisa alguna.


El coche rueda como un auténtico «diablo». La suspensión neumática de serie hace que todo parezca «ausente» en su interior, bien sea cualquier ruido, bien sean rebotes, bien sea cualquier minucia que pueda perturbar la paz interior reinante a bordo de ese transatlántico de lujo. Esto en lo relativo al papel de confort absoluto y máximo. Pero la «bestia» tiene otra cara, que no es otra que la que apellida al Range Rover. ¡SPORT!.


Un chasis monocasco fabricado íntegramente en aluminio permite que se haya aligerado bastante su peso, por lo que, sin llegar a extremos como el de un Porsche Cayenne (del que dinámicamente tengo un recuerdo imborrable y no superado hasta ahora por ningún otro modelo), sí que tiene muchos aspectos que recuerdan mucho a modelos «racing». Empezando por el rugir de su poderosísimo motor diésel V6 que rinde casi 300 CV (292, para ser exactos) y que sin exagerar lo más mínimo recuerda más a un V8 de gasolina que al que realmente es, siguiendo por su rodar ágil sin que se noten casi nada las inercias que genera semejante mastodonte (son algo más de 2.100 Kgs de báscula) y terminando por una dirección precisa que cuenta con unas extraordinarias levas tras el volante para hacer realmente divertida la conducción «sport». El conjunto final del trabajo realizado por la Firma es tan redondo que, por lo menos en mi caso, cuando me bajo del coche para admirar sus bellas líneas (éste sí que me arriesgo a calificarlo estéticamente), me pregunto varias veces si será posible tanta perfección en un coche. ¡No, no es querencia o pelotilleo barato!. Tengo que reconocer que hace unos años probé el modelo anterior (también en V6 pero con menos potencia) y quedé maravillado con la experiencia. En aquella ocasión, sólo le puse un pero y fue la estética. Para mí era bonito, pero demasiado cuadradote, con lo que ya empezaba a no tener mucho que ver con los tiempos actuales. Este modelo, para mí, ha rizado el rizo en cuanto a estética, dinámica, confort, acabados, caja de cambios, dirección…



Los neumáticos que monta esta unidad son de 20 » con cinco radios triples, pero es que en este Sport casi da igual el «calzado» que lleve, porque, tanto en carretera, como en offroad, pisa con una elegancia y autoridad que abruma. En configuración offroad, el sofisticado sistema «Terrain Response» se encarga de subir o bajar la carrocería de acuerdo con el programa y las circunstancias del terreno sin preocuparte de nada más que de dirigir la dirección. El sistema eleva la carrocería (evita la mayor parte de las elevaciones con las que nos encontramos en pistas y permite pasar por donde los demás se quedarían atrapados ventralmente), baja (cuenta con control de descenso) y trialea con unas maneras insultantes y dignas de muy muy poquitos TT verdaderos. ¡Si te lo cuentan no te lo crees. Tienes que hacerlo para verlo!. Y todo esto que digo, rodeado de un ambiente exquisito y de lujo asiático que te hace olvidar los vaivenes que genera eso de ir pisando pedruscos y metiéndote en zanjas. Es curioso observar a través de la gran pantalla táctil situada en el centro del salpicadero cómo trabaja la transmisión del coche cuando estamos haciendo este tipo de conducción fuera del asfalto. Los voladizos del coche son bastante cortos y tiene suspensión neumática que permite elevar la carrocería para mejorar aún más los ángulos de ataque y salida y la distancia libre al suelo. La transmisión reparte de manera automática el par entre ejes y el sistema Terrain Response se encarga del resto. Como opción, se puede encargar un carísimo paquete Offroad específico que incorpora el más sofisticado aún Terrain Response II, con capacidades para bloquear los diferenciales central y trasero de forma automática en función de las necesidades, con reductora y cinco programas posibles, aunque si no tienes ni idea de por dónde van los tiros, siempre puedes poner el modo auto y el coche hará por ti lo que tú no aprendiste en la escuela. Sencillo, ¿verdad?.

Respecto al motor, se trata de un poderoso 3.0 SDV6 de 292 CV, cuyo par es casi comparable al de una locomotora (600 NM). Trabaja con una estupenda caja de cambios de 8 velocidades firmada por el especialista ZF, que tiene una 8ª larga con la que puedes desplazarte a 120 km/h a poco más de 1.700 rpm. El elevadísimo par se encarga de que, a poco que hundas el pie en el pedal derecho, la «bestia» se dispare. Este TT acelera de 0 a 100 km/h en 7,2 segundos (para mí que algo menos), lo cual es motivo más que de sobra para estamparte contra el respaldo del asiento cuando das gas a fondo. La velocidad máxima se eleva hasta los 210 Km/h.
En el interior no se puede decir otra cosa que se repira máximo refinamiento, calidad por todos sus poros y mucho gusto y ergonomía. Todo está combinado y ajustado al detalle y de manera exquisita. En este coche se viaja alto, altísimo. Eso da otro punto de vista al conductor y acompañante. ¡En el mejor sentido de la expresión, te sientes superior!. Vas muy elevado y eso te da confianza y te inspira ganas de conducir y de moverte con él de aquí a allá y de allá aquí. ¡El caso es no bajarse de él…!. Esa sensación de confianza la tienes incluso en ciudad. Hago esta aclaración, porque el coche es muy ancho y da la impresión de que, según por qué calles circules, no va a pasar. ¡Nada más lejos de la realidad!. Te acostumbras enseguida a sus dimensiones nada urbanitas, pero muy callejeras. «Ratonea» como muchos de su tamaño ni se imaginan y cabe por casi todas partes, así que ni en ciudad resulta engorroso de llevar. ¡Mi coche me «confesó» el otro día, que cuando crezca quiere ser igual que este Range Rover!. ¡Bromas aparte!. No es fácil en el mundo de la automoción tener tantas virtudes y carecer prácticamente de defectos.

El interior tiene el diseño característico de los últimos productos de Range Rover. Los acabados son perfectos, los materiales utilizados de la mejor calidad y el equipamiento está a la altura de lo que pagas porque, sin tener la condición de «Fully Equipped», viene bastante completo. Destaca entre los dos asientos delanteros una especie de nevera o cajón muy profundo para llevar todo tipo de objetos o botellas grandes, incluso. El habitáculo tiene una iluminación muy especial a base de LEDs y, por ejemplo, tras los parasoles delanteros, se esconden sendos espejos iluminados con tres preciosos mini LEDs que cumplen muy bien su cometido y además son resultones como pocos. Las plazas traseras dan tanto o más lujo y bienestar que las delanteras, aunque yo prefiero «pilotar».
El sistema Start & Stop (de funcionamiento muy suave) permite reducir ligeramente el consumo de combustible, que es bastante razonable teniendo en cuenta el tamaño y peso del «angelito». En mi prueba he contabilizado una media de 8 L/100 Km, estando la cifra oficial en los 7,5L/100 Km, por lo que me satisface muchísimo este apartado también, dado que las cifras, normalmente, se suelen disparar muy por encima del medio litro de gasto entre lo que cuentan los fabricantes y lo que dice la realidad.
Respecto a la capacidad que ofrece el maletero de este TT (por cierto, perfectamente enmoquetado y rematado al detalle), decir que cubica 489 L. que se pueden ampliar hasta unos inmensos 1.761 L. si abatimos la segunda fila. La rueda de repuesto de este modelo es de las buenas (la de tamaño normal), no de galleta, ni kits antipinchazos, ni sucedáneos, aunque es triste que la factura se haya encarecido por este motivo en 261,80 €, cuando, a mi juicio, debería ir incluida entre el equipamiento de serie.


¿He dicho equipamiento de serie?. Pues viene cargado bastante bien. En el mercado canario, este coche tiene un PVP de 70.707,85 €. Sin embargo, la unidad que yo he probado, venía con bastantes extras que han terminado por redondear un producto realmente exquisito. Y es que, además de lo que ya trae como equipo ordinario (navegador, tapicería en piel, maletero de apertura y cierre eléctricos, faros bixenon, etc), mi unidad lleva la preciosa pintura «Firenze Red», los asientos eléctricos en piel de alta calidad con 16/16 ajustes y memoria, además de reposabrazos individuales (auténticos palcos VIP), los retrovisores exteriores calefactables, de ajuste y plegado eléctricos, antideslumbramiento y luces de aproximación con función memoria, la rueda de repuesto de tamaño completo, el extraordinario y aconsejable techo panorámico eléctrico con deslizamiento y panel interior igualmente eléctrico, la alarma volumétrica, el cambio inteligente de luces cortas a largas, el sistema de alerta de cambio involuntario de carril, las levas tras el volante para el cambio, el control de crucero adaptativo por radar con sistema de seguridad a baja velocidad con freno de emergencia inteligente y cinturones de seguridad activos y el acceso sin llave por proximidad. A destacar el sistema de aviso de salida del carril, que no te devuelve el coche a su carril correcto, sino que vibra el volante cuando pisas la línea (continua o discontinua) para avisarte de que debes volver a tu sitio para evitar un accidente (muy interesante). Y especialmente, el sistema de crucero con radar de mantenimiento de distancia y frenada inteligente automática. Este sistema detecta en carretera todo vehículo (coche, motocicleta, bicicleta…) que circule por delante de ti para mantener la distancia a raya. Esta distancia se programa previamente y la respeta a la perfección, dando un plus de seguridad total y llegando a detener el vehículo por completo si el coche que va delante se para por el motivo que sea. Todo esto eleva la factura hasta los 90.520 €. De cada cual dependerá posteriormente la habilidad negociadora para tratar de sacar un mejor o peor descuento.

Decir algo negativo de este coche es casi echarle imaginación o cumplir con el adagio de que no existe la perfección. No obstante, sí hay un par de cuestiones que me gustaría comentar en clave de mejora. La primera es respecto a la voz del navegador. Me ha parecido demasiado intrusiva, dándote más información de la que necesitas y de manera casi constante. Es posible que se pueda modificar o configurar de otra forma. No he tenido tiempo de indagarlo, pero, tal y como se ha presentado en la prueba, más vale desconectarla mientras el «Navy» cumple con su función, que lo hace además de maravilla. La otra pega que le he visto, pero ésta tiene una solución más mundana, es el sistema de audio del coche. Deberían proveer a semejante lujazo de coche con un equipo de música que se sitúe más a la altura de las circunstancias. No es un equipo que suene mal, ni mucho menos, pero es manifiestamente mejorable, siempre desde mi punto de vista, que además, en este punto en concreto, rezuma especial sensibilidad por la pasión que tengo por la música y por el buen sonido. Digo que esto tiene fácil arreglo porque con tirar de chequera y gastarse algo más de 1.400 € en un equipo Meridian de 825 W con la friolera de 19 altavoces, el asunto está más que arreglado. A ese vehículo le pega mucho más el opcional intermedio, que el «escaso» sistema de serie de 250 W y 8 altavoces. Puestos a pedir, yo le añadiría el fantástico panel de instrumentos de 12,3 » TFT, mucho más en consonancia y con un precio más arreglado en torno a los 700 € y unos faros tan extraordinarios como los que lleva, pero direccionales. Con estos tres detalles, acabo de configurar el coche de mis sueños.
La unidad que yo he probado, tiene la particularidad de que es un vehículo «Demo», lo que significa que, actualmente no está a la venta. Dicha unidad contará con la dispensa de Dirección para salir a la venta en enero de 2015 (es decir, dentro de «ná» y menos, como dice aquel). Lo increible es el precio al que saldrá, ya que se ofrecerá por 79.500 €, llevando menos de tres meses rodando muy pocos kilómetros. ¡Verdaderamente considero que es una oportunidad de oro para todo aquel que se lo pueda permitir!. La ocasión la pintan calva, como se dice vulgarmente y ésta es una de ellas, por lo que si estás interesado en él, ya sabes que en el concesionario de Orvecame en Miller Bajo (Las Palmas de G.C.), te espera una asesora de ventas que te atenderá con gran gusto y profesionalidad. ¿Qué estás haciendo que no has ido ya a verlo?.
Finalmente, os dejo el cuadro, sobre el que podéis pinchar para ver en grande, de las valoraciones que he hecho en relación a este modelo.

Como siempre te dejo el exigente test EuroNcap para que le eches un vistazo. Es por aproximación, puesto que no he encontrado la prueba de este modelo en concreto y sí la de su hermano mayor, el Range Rover. ¡Espero que te guste!.
Este pequeño vídeo te ayudará a sentirte en el interior del Range Rover Sport y a ver en acción a este coloso de la carretera y del campo. ¡Disfrútalo!.
Enhorabuena x la pedazo de prueba!
Gracias x compartir!!!
Gracias. ¡Gran cochazo ese Range Sport, la verdad!.