La prueba del Q7 2015 ha supuesto para mí una importante carga de novedad y de experiencia cara a cara con la última tecnología posible en materia de SUVs de lujo y, por tanto, de automoción al más alto nivel alcanzado a día de hoy. Muchísimas gracias a Domingo Alonso por prestarme este maravilloso SUV.
Audi pretende con este producto obtener la conquista de la primera plaza en el complejo universo de todo caminos de lujo y creo que lo ha conseguido, aunque algunos modelos que son competidores suyos, no he podido probarlos aún por las reticencias de las marcas a que un «aficionado» pruebe estos vehículos sin pertenecer a éste o a aquel grupo editorial que en la mayor parte de las veces va a lanzar el reportaje de acuerdo a las líneas marcadas por tal o cual revista del sector, edulcorado más o menos por las instrucciones que al respecto desee indicar la marca de turno. ¡Se llama «intereses comerciales y económicos» y para mí, eso no vale!.


Para muchas marcas, causa pánico entregar un coche de prueba a un señor que tiene un blog especializado y que va por su cuenta. ¡Eso puede ser sinónimo de OBJETIVIDAD! y a lo mejor a más de una marca no le interesa que alguien que no cobra por los servicios prestados y que hace esto por puro amor al sector, diga lo que experimenta a bordo de un vehículo sin más limitación que su propia vivencia y, eso sí, un conocimiento bastante profundo de lo que es este mundo de los coches. ¿Quién dijo miedo?. Si, por ejemplo, a Mercedes le da miedo que alguien como yo coja uno de sus vehículos y se lo analice (sin grandes despliegues tecnológicos para hacer mediciones precisas, ya que para eso están otros), es porque quizás, los gurús de Márketing de la Marca desconozcan que LA GENTE DE A PIE PREGUNTA POR COCHES COMO LOS QUE FABRICAN ELLOS, PERO PROBADOS POR PERSONAS COMO YO, sin posibilidad de influencia alguna por parte de alguien que paga por publicitarse en tal o cual revista o que tiene ésta o aquella tendencia de favorecer a una u otra Marca por vaya usted a saber qué causa.


No quisiera extenderme mucho más en esto, pero he encontrado un hueco ideal para comentar, por ejemplo, que, en el caso de este Audi Q7, el responsable de ventas de la Marca, no tiene ningún inconveniente en prestar sus vehículos para que, una persona sin interés comercial alguno, con buenos conocimientos del sector y con buenos recursos literarios, exponga sus criterios, sus experiencias y sus valoraciones en relación con vehículos de los que el responsable de ventas aludido, tiene muy claro que, si las pruebas en revistas especializadas son necesarias, no lo son menos las pruebas realizadas por personas ajenas al mundo profesional a las que la gente les demanda esta variedad más «amateur», donde todo el mundo entiende muy bien el lenguaje y donde los seguidores de este blog encuentran información más real y comprensible para las expectativas del futuro comprador, que no quiere leer largas exposiciones de datos numéricos ni quiere encontrarse ante cuadros que nadie comprende o ante textos ininteligibles, en ocasiones, por el alto contenido tecnológico que presentan o porque están redactados en un lenguaje poco cercano al lector medio. Mucha gente me ha pedido pruebas de vehículos que no puedo realizar, al menos de momento, y es una pena, porque sería tan sencillo como acordar una fecha para recoger un coche y otra para entregarlo. Los responsables de marcas como las que vengo probando desde hace ya un año y medio, lo tienen claro. No les cuesta dinero, saben que dejan los vehículos en muy buenas manos y, lo más importante para ellos, tienen publicidad gratuita de sus vehículos y concesionarios ante un público que, por suerte, cada vez es mayor en el blog, motivo éste que aprovecho para agradecer a todos aquellos que me siguen, el interés mostrado por mis humildes reportajes. ¡Gracias, de verdad!.

Volviendo al objeto de este reportaje, nuestro protagonista de hoy, el Audi Q7, es algo así como la suma de muchas y grandes virtudes englobadas dentro de un mismo vehículo y la ausencia casi absoluta de defectos que atribuirle. ¿Queréis que os cuente un defecto que tiene?. Es bastante caro, lo que lo convierte en un SUV aspiracional y no en un SUV de uso más o menos generalizado, pero claro, como yo digo siempre, -«Si mi abuela tuviera ruedas en vez de piernas, no sería mi abuela, sino una bicicleta»-. ¡Pues eso!. Si este increíble Q7 fuera asequible al bolsillo de la mayor parte de los ciudadanos, seguramente no tendría el grado de perfección que ha alcanzado.

Nada más mirarlo por fuera, impresiona, no tanto por su aspecto, bastante discreto y nada revolucionario, sino por sus dimensiones, que con 5,05 metros de longitud y casi 2 metros de ancho, implican directamente un tamaño reñido con el aparcamiento en las ciudades, cada vez más reducido y suprimido en beneficio de zonas peatonales y demás inventos orientados presuntamente a reducir la contaminación atmosférica. La dieta ha sido más que severa para este SUV de lujo, cuyo antecesor presentaba, según versiones, hasta 325 Kg de más en báscula, logrando ahora incluso quedarse ligeramente por debajo de las 2 Toneladas. Mucho más ágil la versión nueva, presenta prestaciones casi de deportivo. Pasa por las curvas de una manera muy ágil y sin «barquear», como sí ocurría con el anterior modelo, bastante más torpe que éste, sobre todo en apoyos fuertes por carreteras viradas. El anterior Q7 estaba pensado para viajar muy placenteramente por autopistas rectas y éste está pensado para viajar por cualquier tipo de carretera, sea ésta del tipo que sea, divirtiéndose al volante.

El modelo que he probado, es el Q7 Diésel V6 con 272 CV y 600 Nm de par, acelera de 0 a 100 en 6,3 segundos y su velocidad punta alcanza los 234 Km/h. ¿El objetivo es batir a los SUV más deportivos fabricados hasta la fecha?. Es evidente que este Audi Q7 tiene en su punto de mira al BMW X5 y al Porsche Cayenne en el apartado de las prestaciones. Por su parte, el consumo no es nada equiparable al potente bloque motor V6 de 272 CV, ya que, según Audi, gasta 5,7 L/100 Km. Este consumo no es tan bajo de facto como anuncia la Marca y, en este caso, salvo mejor opinión, es bastante más elevado, aunque se mantenga en unos valores muy razonables de algo menos de 9 L a los 100 de media. Esos ocho y pico L/100, se conseguirán siempre y cuando no se te caiga con frecuencia el pie en el pedal derecho, porque como animes mucho a ese impresionante motor V6 de 272 CV, el consumo se va a ir muy por encima de eso; ¡comprobado!. Para ciudad, mejor no darnos muchos baños de masas por las tupidas calles, ya que los consumos ahí se elevan bastante.


Interiormente, los acabados de lujo, el cuero, el cromo y la tecnología abundantísima, impactan nada más que te subes a bordo. El conjunto de avances a tu disposición requiere de un curso avanzado a impartir al feliz propietario, ya que dispone de 31 ayudas a la conducción, muchas de ellas novedosas en este modelo. Una vez dentro de la cabina de piloto (véase el aspecto del cockpit digital y del pomo de la palanca de cambios), arrancas pulsando el botón y ni una vibración ni un sonido perturban el extremadamente aislado ambiente interior. ¿Esto es un motor Diésel?, es la primera pregunta que te viene a la cabeza. Ahí dentro no se oye nada, pero no sólo es esa la noticia ideal para mí, sino que al rodar y experimentar el paso del SUV por baches, resaltes y carreteras en mal estado, no aprecio movimiento alguno o bote interior que haga su presencia en tan pacífico habitáculo. ¡Vamos, que el nuevo Q7 circula sobre raíles y despliega una alfombra mágica cada vez que pasa por pavimento en mal estado o por baches o bandas elevadas!. El resultado, el ya comentado; absoluta tranquilidad y sosiego a bordo de tan sofisticada nave.


La fantástica transmisión Tiptronic de 8 relaciones termina por redondear un conjunto prácticamente imbatible, teniendo un funcionamiento extraordinariamente suave y lineal. Cuenta con un programa deportivo y lleva levas tras el volante, lo que le otorga un mayor carácter deportivo al conjunto. La dirección, por su parte, es directa, muy suave en parado y precisa, aunque con tanto aislamiento, cosa que personalmente adoro en un vehículo, a veces podría echarse en falta algo de información de lo que ocurre entre el firme y el volante, pero prefiero eso que comerme todos los baches traducidos en vibraciones o traqueteos entre las manos. Existe la posibilidad de montar en el eje trasero ruedas direccionales que no llevaba mi unidad y que considero otorgarán mayor estabilidad, si cabe, a un Q7 altísimamente estable y confortable en todas las situaciones probadas. Posiblemente, donde menos confort ha mostrado este Audi es en terreno fuera del asfalto; ¡bueno, miento!; no es que no haya mostrado mucho confort también en esa circunstancia, sino que sí tengo una referencia mejor en mente sobre terrenos poco recomendables, que es la del Range Rover Sport, TT éste último que me pareció en su día más cómodo aún que el Q7 en este tipo de situaciones «offroad». Pese al gran confort alcanzado por el Range Rover Sport, creo que el nuevo Q7 lo es aún más que aquel por carreteras en buen estado. ¡No se puede ser el mejor en todo!. La última prueba que le hice a un SUV de lujo antes que la del Q7, fue la del Volvo XC90 que se muestra como una interesantísima opción a medio camino entre el RR. Sport y el Audi Q7, ya que es un SUV muy equilibrado que presenta un precio por debajo de los que ofertan las otras alternativas.

Por poner un ejemplo de superioridad del Q7 respecto de estos dos SUV citados, la agilidad en curvas ratoneras es muy superior a la de un XC90 o a la de un Range Sport. Supongo que es muy aproximada a la de un Cayenne (SUV que probé hace años, pero no el actual) o a la del actual X5, cuyo anterior modelo sí probé, pero no éste.
La fuerza de su motor es brutal, disparando al Q7 instantáneamente al menor gesto sobre el acelerador, aspecto en el que también adelanta sin complejos al XC90 por razones obvias (éste monta un motor de 2.0 L. y 4 cilindros con 225 CV) y al Range Rover Sport, en este caso, por su mayor tonelaje a pesar de desarrollar bastante más potencia real. El sistema Start / Stop es realmente suave y no se nota su entrada en funcionamiento. Ya he comentado que la suavidad es una constante en este vehículo y este sistema no iba a ser la excepción.
En el apartado de frenos hay que señalar que son buenísimos y que, pese al tamaño y masa del Q7, detienen al vehículo en muy poco espacio, lo cual dota a su «piloto» y al pasaje de una gran seguridad y confianza a bordo.

Destaca en el Q7 el sistema de seguridad activa y pasiva Audi Pre Sense Basic (que era el que montaba la unidad probada), el cual permite evitar atropellos o colisiones con otros vehículos y que funciona de maravilla. Hay otro sistema más evolucionado que se llama Audi Pre Sense City, que mediante la cámara frontal, controla el tráfico que viene de frente hasta 85 km/h y es capaz de reducir la severidad de un impacto hasta esa velocidad, evitándolo a velocidades de hasta 40 Km/h. Los sistemas de seguridad, tanto de serie, como opcionales, son interminables, como por ejemplo el denominado «Sistema de Conducción Predictiva, que no montaba la unidad de pruebas mía y que consiste en la utilización de la cartografía del navegador para evaluar la velocidad óptima de entrada en curva, de manera que pueda adaptarse a ella sin necesidad de intervenir sobre el volante.

Otro sistema sería el Asistente de Conducción en Atascos (tampoco montado en mi unidad) que permite al vehículo moverse de manera autónoma en los atascos, arrancando y frenando sin intervenir para nada en pedales o volante. El Asistente de Marcha Atrás es un recurso muy recomendable, ya que, dando marcha atrás en según qué ocasiones de baja o nula visibilidad, el coche frena automáticamente al detectar la presencia de tráfico. En un momento de la prueba tuve ocasión de probarlo y funciona de maravilla.
Otro sistema importante en el Q7 es el «Head Up Display» que sí montaba el modelo probado y que es muy claro y práctico a la hora de recibir la información más relevante sin desviar la vista de la carretera.
El Audi Q7 probado venía provisto de 7 plazas. Es una opción que cuesta algo más de 2.000 € y que se recomienda para familias numerosas. Los butacones delanteros y traseros son auténticos sofás donde viajar a placer por donde quiera que vayas. No puedo decir lo mismo de las dos plazas de la tercera fila que, si bien son de accionamiento eléctrico (muy cómodas de desplegar y de retraer), no ofrecen el espacio esperado para un SUV que supera los 5 metros. En este apartado, por ejemplo, el nuevo Volvo XC90 supera con creces a este Q7, que puede derivar el uso de esas plazas traseras extra al uso por parte de niños de corta estatura y nada más.
La versión probada en esta ocasión es la 3.0 TDI quattro 272 CV Tipronic 8 velocidades (7 plazas), cuyo precio según viene de fábrica es de 65.960 euros

Sobre los asientos que traía la unidad probada, decir que eran de regulación eléctrica (sin memorias) y que eran comodísimos. Las posibilidades se pueden ampliar cambiándolos por otros más sofisticados con ventilación, calefacción y todo tipo de masajes.
El portón eléctrico es de serie y el maletero es enorme, salvo cuando tenemos desplegadas las tres filas, que cubica 295 L., llegando hasta los 770 L. si guardamos las dos plazas traseras. La capacidad supera los 2.000 L. si plegamos los asientos traseros habituales.


Finalmente, comentaros que este SUV elitista dispone de serie del «Audi Drive Select». Este dispositivo permite la elección de siete programas de uso distintos; a saber: «Confort», «Auto», «Dynamic», «Individual», «Efficiency», «Allroad» y «Life/OffRoad».
Los faros que llevaba mi unidad eran los LED de serie, que no los «Matrix LED», los cuales me hubiera gustado probar, porque, aunque los de serie son extraordinarios, los faros inteligentes «Matrix LED» están considerados como «el no va más» en la iluminación moderna automovilística.
En Canarias, este vehículo se configura con el acabado Ambiente bajo tres posibilidades mecánicas. La primera es de gasolina con un motor 3.0 TFSI V6 de 333 CV, la segunda es la probada por mí (3.0 TDI V6 272 CV) y la tercera es el 3.0 TDI V6 de 218 CV.
El Q7 probado tiene un precio sin opciones de 75.065 a lo que hay que restarle un descuento de 9.635 €, quedando su PVP en 65.430 €. Este precio incluye la extensión de garantía Audi 2+2 u 80.000 Km. El paquete Ambiente trae, entre otros, los asientos delanteros con ajuste eléctrico, el retrovisor interior con sistema automático antideslumbramiento, los faros LED, etc. Este Q7 venía con el Paquete de Asistencia en Ciudad, que incluye cámara de marcha atrás, Audi Pre Sense Rear, asistente de aparcamiento plus, Audi Side Assist, la tercera fila de asientos y el set de reparación antipinchazos. Ya en el apartado de las opciones fuera de lo descrito, el SUV probado añadía el acabado en cuero Cricket, el paquete de luces, el Head Up Display, las llantas de 20″, el paquete exterior S-Line, el MMI Navigation Plus con MMI Touch, el aire acondicionado confort de 4 zonas, el Audi Virtual Cockpit, los retrovisores exteriores eléctricos, retráctiles y antideslumbramiento y el ajuste eléctrico del volante. Con todo esto, el Q7 expuesto termina costando 89.500 € descuentos incluidos. No, no es barato, pero nadie puede pretender adquirir un SUV de lujo con semejante equipamiento, medidas de seguridad y nivel de confort por mucho menos. ¡Es el precio que tienen las cosas buenas!.
EuroNcap ha probado el Audi Q7 en las peores circunstancias y los resultados no han podido ser mejores. Míralo aquí. Si quieres entretenerte leyendo datos, pincha en este enlace y verás que este Q7 es verdaderamente seguro, habiendo alcanzado valores muy altos en prácticamente todos los parámetros evaluados.
La valoración de Cambiosecuencial es la siguiente:

Ahí tenéis el vídeo que subo con cada prueba. Espero que os guste.
Artículo excelente, directo y claro -quizá demasiado- pero se agradece. En cuanto al Q7, una pena que esté tan alejado del común de los mortales…
Los productos con un valor tan elevado como éste no están al alcance del común de los mortales. Es algo evidente, así que, mucho me temo que tras siglos y siglos siendo de esa manera, vaya a cambiar la cosa ahora y podamos disfrutar de semejantes lujos los ciudadanos de «pico y pala» como se suele decir. ¡Algún día pretenderé un SUV así!. De momento, no puede ser. Saludos, Conde.