Llegó la prueba del MB EQE AMG 43 lo que implica, para quien tiene la ocasión de acometerla, verse envuelto en una suerte de inspiración divina que te cambia el chip.
Ha sido a través del concesionario en Las Palmas de GC de Mercedes Louzao, como he podido realizar esta prueba que me ha dejado completamente asombrado.
El Mercedes EQS es su referencia. Exteriormente son muy parecidos y la mayor diferencia estriba en el tamaño.
El EQE, en cualquiera de sus versiones, es un sedán de corte deportivo muy lujoso, espacioso, tecnológico como el que más y más allá incluso y, sobre todo, presenta unas autonomías con una sola recarga de más de 500 Km bajo ciclo WLTP en el peor de los casos, es decir, si te subes a bordo del brutal AMG 53 con más de 620 CV de potencia.
El EQE AMG 43 no se queda corto. Alcanza una potencia de 476 CV y hace el 0 a 100 Km/h en 4,2″.
Dejando a un lado a la más vitaminada de las versiones, el EQE AMG 43 no se queda corto en absoluto. Hablamos de nada menos que 476 CV que catapultan a esta «bestia» hasta los 100 Km/h desde parado en tan solo 4,2″.
Se puede decir que las marcas alemanas acudieron con retraso al canto de sirenas del aún hoy rey de los eléctricos, el Sr. Elon Musk.
Si bien es cierto que a la fecha de hacer este reportaje, Tesla sigue siendo una referencia en cuanto a tecnología eléctrica, no lo es menos que Mercedes-Benz, con modelos del porte del EQS / EQS SUV y del EQE / EQE SUV, le ha acabado amargando la fiesta al americano.
El EQE es una sedán de representación que alcanza cotas de lujo y confort a la altura de lo que se paga por él, pero que están un paso por delante de la competencia directa y a años luz de Tesla o de modelos sur coreanos o chinos
El EQE se fabrica en la factoría alemana de Bremen, excepto para el mercado chino, que se fabrica en el propio país asiático.
El sedán de representación de la marca de la estrella, que está un escalón por debajo del EQS, perteneciente ya al segmento F, se encuentra enmarcado en el segmento E, donde, hoy por hoy, prácticamente no tiene competencia alguna (a la espera de conocer al BMW i5 próximo a presentarse), salvo el Porsche Taycan, el Audi E-tron GT y el sempiterno Tesla Model S.
He leído reportajes en los que, por ejemplo, se propone como competidor del EQE al IONIQ 6. Yo no me meto en la crítica que hacen otros, pero a veces, podría parecer que algunos «expertos» desconocen las mínimas esencias de la proporcionalidad y la equidad más básicas.
No se puede comparar un vehículo del segmento D con uno del segmento E igual que no se puede incluir a un EQE en el segmento de los competidores del EQS que, por cierto, si no fuera porque existe el Lucid Air (absoluto desconocido en España hasta el momento), a día de hoy solamente se puede medir contra el BMW i7, ya que Audi se ha quedado, de momento, en el e-tron GT (que es competencia del EQE) y Lexus se ha desmarcado orientando sus productos hacia los SUV de lujo exclusivamente.
La amenaza del mercado chino es real y cada vez más cercana. Europa debe hacer algo más allá de poner barreras comerciales a aquel mercado, como quiere hacer Francia. Mercedes lo está haciendo muy bien y el EQE es ejemplo vivo de cómo fabricar productos sencillamente inalcanzables para el resto si recurrir al arancel
Los chinos vienen pisando muy fuerte y la amenaza ya no es amenaza, sino realidad. ¡Ya están aquíiii!, como dijo la niña de Poltergeist casi hipnotizada ante el televisor.
Personalmente desde China veo un potencial rival que es el NIO ET7 (que sería rival, tanto del EQS, como del EQE) y al futuro Polestar 5 (que aunque en principio se fabricará en China, es sueco por su origen Volvo).
Porsche podría ser una buena alternativa con el Taycan, si no fuera porque sus precios son desorbitados ya de inicio (y si lo cargamos de extras, ni te cuento).
Por ello, Mercedes ha hecho con el EQE, desde mi punto de vista, el modelo de lujo más sofisticado, mejor puesto a punto desde la perspectiva del chasis, más tecnológico (a niveles que ni alguien que conoce este mundo podría ni siquiera imaginar) y con un precio que, sin ser nada asequible, sí que está al alcance de clientes con un poder adquisitivo importante, pero que no tiene por qué ser excesivo, salvo que te empeñes en conducir un AMG 53 hasta arriba de equipamiento.
Estéticamente es una bomba. No se parece a nada visto hasta la fecha (salvo a su hermano mayor) y esto es algo que hay que agradecer. Voladizos cortos, puertas sin marco y musculoso; así se ve el EQE desde fuera y, desde dentro, con esos 3,12 metros de batalla…¡imagínate…!.
La estética forma parte de la vida. Los coches no son una excepción. Lo anodino de ver a las marcas siempre con estéticas parecidas, sin diferenciación apenas entre segmentos y con las ideas en este sentido presuntamente agotadas, ha dado paso con el EQS / EQE a dar un golpe de efecto radical y a poner en el mercado dos vehículos que no se parecen a ningún otro, aunque tienen aspecto de coche y no de lavadora, como algunos modelos que han lanzado algunas marcas.
El EQE, que estéticamente es incluso más llamativo que el EQS por ser más «recogido» y más atlético (mide casi 5 metros de longitud por 1,94 de anchura por 1,51 de altura), busca con sus hechuras llamar la atención del público bien asentado económicamente hablando, pero activo, dinámico, más joven y menos conservador en general. ¡Así es, al menos desde mi óptica, como se ve el EQE y como creo que lo ven sus creadores!.
La aerodinámica juega un papel extraordinario en un coche eléctrico y el EQE la borda con tan solo 0,22 de Cx. De ello se encarga la afilada estética, las manecillas enrasadas que emergen automáticamente al acercarte, las preciosas llantas de 21″ para este AMG 43 (las hay desde 19″) o los voladizos ultracortos que permiten al conjunto albergar a los pasajeros (sobre todo a los de la parte trasera) como si de una limusina de 6 metros se tratara, gracias a sus 3.120 mm de distancia entre ejes. ¡Bárbaro!.
El error está en compararlo con un Clase E «convencional». La esencia de este EQE parte de la inspiración totalmente CLS de sus creadores, con ventanas sin marco, al estilo sedán coupé…
Hay quien erróneamente comenta que el EQE es la versión eléctrica del Clase E y eso para mí es un tremendo error. No se parecen en nada y la esencia del EQE es claramente de inspiración coupé (a lo CLS, no a lo Clase E).
El Clase E (ya con versión nueva y actualizada a punto de comercializarse) es un sedán de lujo de tres cuerpos clásico y convencional en lo que a estética se refiere. Representa a la marca de la estrella como su «rey de oros» desde que comenzó a venderse.
El EQE, aunque cuenta con tres cuerpos también, no tiene nada que ver con el Clase E, siendo más grande, más alto, más ancho y más espacioso por dentro, salvando quizás la altura al techo.
El EQE se posiciona por encima del Clase E entre éste y el Clase S o el EQS, ocurriendo lo mismo en el segmento F a los efectos ya dichos de estética y teniendo muy claro que un EQS no es un Clase S eléctrico.
Podríamos afirmar, como conclusión a este asunto, que Mercedes ha creado una nueva clase, que es la Clase EQ en la que sus componentes no son comparables a sus hermanos de combustión. Para cada clase, su público, aunque yo me quedo ya con la EQ a estos niveles.
Extraordinarias dimensiones interiores y maletero no tan capaz. ¡No se puede tener todo!.
Siempre se ha dicho en clave humorística, que quien tiene un coche de lujo no necesita maleteros grandes puesto que el grueso del equipaje lo envía por avión al destino.
Fuera de bromas, el maletero que presenta el EQE no es nada del otro mundo comparado con el del EQS, por ejemplo. Son 430 litros que dan para mucho, pero donde no sobra espacio en absoluto.
En este aspecto, la diferencia entre EQS y EQE, es que el primero tiene portón que abre completo (5 puertas) y el EQE tiene tercera puerta, por lo que es una berlina de tres cuerpos y esto es bastante menos práctico, a la hora de cargar bultos, que el portón.
Para hacernos una idea de las diferencias entre el Clase E y el EQE, un dato más te doy: el Clase E, como buen sedán clásico que es, ofrece un «maleterazo» de 540 litros de capacidad.
A bordo del EQE se viaja en la gloria con espacio abrumador para todos los ocupantes, incluso los de las plazas traseras, que siempre suelen ser los más perjudicados. Mercedes parece haber pensado más en este criterio que en el de la carga para elaborar este impresionante sedán de lujo.
La atmósfera que se respira ahí dentro, no es la que se respira en la competencia. Si te pones en marcha, las distancias crecen con respecto al resto. ¡Está claro que hay que quitarse complejos y «salir del armario» con Mercedes, declarando abiertamente que son mejores y punto!
No ocurre nada si lo hacemos. Todo pasa por tener experiencias y probar. Esta es la única fórmula que existe para salir de errores y de prejuicios que no están justificados por la ausencia de conocimiento real.
Sentado a los mandos de un puesto de control con semejante tecnología, con unos acabados impecables y materiales de lo más lujosos, con esos ambientes lumínicos hipnóticos al atardecer y por la noche, con esa calidad de sonido de graves que te atraviesan, medios brillantes y agudos claros como el agua limpia y además, si quieres, en formato 3D envolvente y Dolby Atmos, con la megapantalla HyperScreen resistente al rayado de ultra alta resolución y tecnología OLED, cuya longitud alcanza los 141 cm de lado a lado, con los faros Digital Light con proyección sobre el asfalto, con el sistema de asientos inerciales que te masajean el cuerpo a la vez que te lo ventilan o te lo calientan y con un sin fin de aportaciones futuristas que te rodean en un ambiente de relax total, la opción de comprar este sedán de lujo queda simplemente en la capacidad económica que tengas y sobre todo, las ganas de gastarte el dinero en algo tan especial como el EQE, porque competencia, lo que es competencia real…
Hay dos opciones menos onerosas y una más explosiva aún. La elección queda abierta, siempre y cuando te lo puedas permitir, a elegir entre un modelo más «tranquilo» o un modelo más enérgico, cosa que no es menor, ya que entre ellos hay diferencias notables de precio
Empezando por la versión de acceso, ya estamos hablando de un EQE 300 que rinde 245 CV de potencia y alcanza los 613 Km de autonomía con una sola carga.
Tras éste, podemos subirnos al modelo 350, ya con casi 300 CV (292 CV, por puntualizar) y la misma autonomía; si queremos más emociones, tenemos el AMG 43 de la prueba con nada menos que 476 CV y si nos sobran las ganas de apretar el acelerador y los ceros abundan en la cuenta corriente, entonces nos brindan la oportunidad de montarnos en un AMG 53 con 625 CV.
En los casos de las versiones AMG, la autonomía se paga rozando los 500 Km bajo ciclo WLTP en ambos casos. ¡No todo podía ser tan bonito!.
Cuando hablamos de precios, y lo hago de acuerdo con el configurador global de la marca, tal y como vienen de serie (que no vienen equipados nada mal), empezamos con los 77.500 € de la versión 300, los 78.500 de la versión 350 (yo lo tengo claro entre ambas), los 109.000 del AMG 43 y los 122.000 del AMG 53, estos dos últimos con tracción integral 4MATIC y un motor eléctrico en cada eje. Los dos modelos restantes son de propulsión.
Batería enorme con casi 91 kWh de capacidad útil (96,12 bruta) de 10 módulos de níquel, cobalto y manganeso
La batería de todos los modelos es de níquel, cobalto y manganeso. La proporción del reparto es de 8:1:1 y, según el caso, podemos hablar de grandes autonomías o no tan grandes.
Los consumos en el AMG 43, entiendo que podrían estar en torno a los 21 kWh / 100 Km y digo entiendo, porque yo no he logrado bajarlos de los 22,7 kWh cada 100 Km. En su descargo, debo decir que no he conducido precisamente de manera ideal a bordo de un eléctrico, pero la prueba lo exigía.
A base de acelerar, de probar sus prestaciones galácticas y de carretera y manta, no se pueden generar consumos discretos, pero esto es así en un eléctrico y en un vehículo a motor térmico.
No obstante, para llevar lo que llevas debajo del pié derecho, yo diría que el consumo es incluso «moderado».
Para viajes largos y no llevarte disgustos con esto de la autonomía, mejor un 300 / 350 con sus más de 600 Km con una sola recarga y sus prestaciones menos explosivas, aunque abundantes igualmente.
El cargador embarcado soporta cargas de hasta 170 kW, lo cual, en caso de encontrar una estación de recarga que alcance esa potencia, harás los viajes más placenteros que te puedas imaginar, con paradas de las de estirar las piernas, un café y seguir. ¡El problema es dar con una estación de esas, que funcione y que no esté ocupada!.
Experiencias a bordo. No te quepa la menor duda de que son de otro mundo. ¡Hoy más que nunca se puede publicitar un eslogan aludiendo al EQE que diga «Silencio, se rueda»!
Es bastante extraño que un vehículo que no contiene en las puertas marcos para las ventanillas, tenga esos niveles de silencio a bordo por un lado y pase la prueba del sonido de cierre con la contundencia que la pasa. El sonido al cerrar las puertas es apabullantemente macizo, dejando patente así la calidad extrema de sus acabados.
El confort de marcha y la calidad de rodadura del EQE está a niveles inalcanzables para el resto; la suspensión neumática adaptativa se encarga en buena parte de ello.
El silencio a bordo es espectacular; incluso diría que «asusta». El suave sonido que llega del motor es tan insignificante, que requiere de apoyos emulados a través del impresionante sistema de High End Burmester para simular efectos de nave espacial y que así escuches algo a bordo y de paso, los peatones se enteren de que llegas con el coche, evitando así atropellos.
En este sentido, entre otras medidas aplicadas a puertas, ventanas, deflectores, etc, funciona de maravilla la tecnología de espumas insonorizantes que Mercedes intercala en espacios de la carrocería para evitar sonidos desagradables a bordo.
La suspensión neumática adaptativa opcional pasa sobre los baches e imperfecciones de la calzada como si volara raso sobre ellos. La filtración es sensacional y esto afecta directamente al confort de marcha y acústico.
Equipamiento casi a tope en la versión probada y digo casi, porque me hubiera gustado experimentar la posibilidad de montar el eje trasero direccional, que es de las escasas opciones que no lleva este EQE AMG 43
Si este EQE AMG 43 hubiera llevado montada la dirección a las ruedas traseras, se habría dado la cuadratura del círculo.
Si ya de por sí es ágil, a pesar de la masa que desplaza y del tamaño que tiene, dando la sensación en todo momento de conducir un vehículo bastante más pequeño, con dirección a las ruedas traseras se habría hecho la magia en maniobras de aparcamiento, giros cerrados a baja velocidad y acometida de curvas en carretera a velocidad elevada.
La opción de montar este tipo de dirección trasera es doble, pudiendo optar a giros de hasta 4,5º o incluso de hasta 10º, motivo éste por el que el EQE deja atrás también a la competencia, donde los escasos modelos que pueden montar esta tecnología, no giran más allá de esos 4,5º del modelo probado.
Dirección y frenos a la altura de lo esperado, aunque el tacto del pedal no es tan directo, como sucede normalmente en modelos eléctricos e incluso PHEV, por lo que tampoco me ha sorprendido
No es que frene mal, sino que el tacto es extraño, sobre todo al principio. Es algo que suele sucederle a todos los vehículos eléctricos y a los híbridos enchufables.
El motivo será técnico y la verdad es que nunca me he parado a informarme por qué es así, aunque tengo la impresión de que puede deberse a la frenada regenerativa presente en este tipo de vehículos.
La dirección es una delicia, aunque para mi gusto debiera informar más de lo que pasa en el suelo. En este sentido, entiendo la jugada y es que, tratándose de un sedán de representación, quizás se pretenda no perturbar en absoluto la inmensa calma que se vive a bordo.
Las levas tras el espectacular volante sirven para elegir la retención, con tres posibilidades de las que dos son «a vela» e «intensa» y la tercera es «inteligente», decidiendo con esta última el propio vehículo, cuál es el momento más oportuno para aplicar este tipo de retención que además, como es bien sabido, genera recarga.
Un EQS algo más pequeño pero más dinámico. Ésta es la idea fuerza que Mercedes ha aplicado a este EQE con gran acierto, desde mi punto de vista
Todo aquel que esté pensando en comprarse un coche de lujo, tenga un presupuesto desahogado, quiera tecnología del futuro a bordo, seguridad a raudales y confort majestuoso, pero sin dejarse en la operación las cifras que implican encapricharse con un EQS, puede acceder al EQE que, prácticamente es idéntico, pero dinámicamente, siempre según probadores que han conducido ambos modelos, le supera de largo.
Por mi parte he comprobado que este EQE AMG 43 «ratonea» en carreteras viradas como si fuera un GT aunque lógicamente el tamaño y masa se dejan notar en determinadas situaciones, pero es muy complicado seguirle el ritmo, estando en buenas manos, a pesar de esas contrapartidas citadas.
Si me dan la opción de probar algún día el EQS, comprobaré su dinámica de primera mano, aunque ya apuesto por alinearme con quienes me han precedido.
Por lo demás, comentar que en las pruebas de EuroNcap obtiene unos resultados espectaculares, como no podía ser de otra manera.
La puntuación que otorgo a este maravilla sobre ruedas podéis consultarla en el cuadro que adjunto. La nota es más que merecida en mi opinión.
Finalmente, os adjunto como siempre un vídeo que, en esta ocasión, no ha podido contener imágenes aéreas y externas (salvo una que sí logré) por problemas técnicos con algunos dispositivos de captación, pero creo que vale como muestra.