



Decía Sinatra allá por la década de los 60 algo así como esto: «Usted conduce un Ferrari cuando quiere ser alguien; usted conduce un Lamborghini cuando ya es alguien«. Esta es una de las numerosas anécdotas que han protagonizado dos de las más prestigiosas y enconadas marcas de superdeportivos de todos los tiempos. No es que venga al caso demasiado, pero podría reproducirse algo así como: «Usted conduce un Land Rover cuando quiere ser alguien, usted conduce un Range Rover cuando ya es alguien«. Y nada más lejos de mi intención que ofender con esta sentencia a nadie; si yo tuviera este coche, me gustaría que alguien dijera algo así de mí (igual que al feliz poseedor de un Ferrari), porque eso significaría, casi seguro, que el autor de la frase me tendría mucha envidia. No obstante, y salvando las distancias con los dos superdeportivos citados, hay que señalar que, si bien, este Discovery Sport no tiene nada que ver con el Freelander en su versión primera y segunda, parece claro que, si la Marca pretende incluirlo en el club de los prestigiosos Premium, sospecho que le va a costar trabajo. Al menos en la versión SE que yo he probado, entiendo que puede tener todas las bondades del mundo en materia relativa a la mecánica, o en materia de tracción en cualquier circunstancia o en todo lo referente a espacio interior o maletero, por poner tres ejemplos destacables, pero en sensación de producto excelentemente terminado y en aplomo absoluto en carretera, me temo que no, sobre todo cuando se sube uno a vehículos similares de marcas «estrella» y se mira de reojo a los demás. De momento, y si no me demuestran lo contrario con otras versiones, yo hablaría de un producto muy bien hecho, adictivo en cuanto te metes en el campo con él y posicionado en la «escala social de los coches» en medio de los generalistas y de los premium, porque considero que es mejor producto que los mucho más asequibles Peugeot 4008, Honda CR-V, Kia Sportage o Mazda CX-5 por no extenderme con decenas de modelos, pero no llega a los niveles de refinamiento y de confort de opciones como el Volvo XC60, el Audi Q5 o, para no irnos muy lejos, el Range Rover Evoque, constituyendo estos tres vehículos en su categoría verdaderas referencias en estos parámetros, aunque hay más. Para alcanzar este último escalón dentro de la Marca británica, hay que subirse definitivamente a un Range Rover, aunque éste no tiene las posibilidades off-road de su hermano protagonista de la prueba de hoy. Y es que no se puede tener todo… ¿O sí?. ¡Uhmmmm, el Range Rover Sport, quizás…!. ¡Bingo; ese sí que lo tiene todo, pero cuesta más del doble que nuestro querido Discovery Sport, así que «zapatero a tus zapatos» y cada uno a meterse con los de su tamaño, que si no, se llama abuso!.


La prueba del L.R. Discovery Sport 2.2 TD4 de 150 CV en su acabado SE la titulo «Adictivo» porque está claro que el hábitat preferido de este TT de nueva factura es el campo, sus inmediaciones y, como diría aquel, «el cuanto peor, mejor» y eso, puede producir adicción, como ha sido el caso. Como todo buen Land Rover que se precie, este modelo se encuentra como pez en el agua avanzando entre piedras, surcos imposibles, pendientes de infarto y barro y agua abundantes. Se pueden vivir auténticas aventuras que un conductor medio no imaginaría ni se atrevería a experimentar de ninguna manera. De todo esto tiene la culpa el apartado tecnológico y su extraordinario sistema Terrain-Response con sus opciones de configuración (Modo General, Hierba/Gravilla/Nieve, Barro y Surcos y Arena), su Control de descenso de pendientes (HDC), su Control de estabilidad antivuelco (RSC), su Control dinámico de estabilidad (DSC), su Control electrónico de tracción (ETC) o su Control de par de arrastre del motor (EDC). Uno de los avances más alucinantes que tiene que ver con la acción todo terreno, es el Wade Sensing (opcional), que emplea unos sensores ubicados en los retrovisores para medir la distancia a la superficie del agua. ¡Bufff; creí que no acabaría nunca!. Semejante retahíla de gadgets tecnológicos es la que hace a este TT brillar por encima de la media y aspirar a sentarse en la mesa de los poderosos.


Ya entrando en materia, os diré que su interior es todo un acierto. Y es que el espacio es importante en este tipo de vehículos, cosa que, por ejemplo, en su hermano de la Premium Evoque, no cabe destacar precisamente como aspecto favorable. La instrumentación es muy clara y cuenta con una nueva pantalla táctil que reemplaza a la mayoría de los botones. Y creedme que esto se agradece, por lo menos a todos aquellos que estamos acostumbrados desde su inicio a dispositivos con esta clase de interfaces. La experiencia de ususario es mucho más satisfactoria con este tipo de sistemas que con salpicaderos y cabinas repletas de botones. Los amantes de los últimos avances en lo que a Smartphones se refiere, disfrutarán sincronizando fácilmente los mismos. Land Rover se impone claramente a sus rivales, ofreciendo un vehículo mucho más polivalente. No existe nada semejante con posibles configuraciones de 5 y 7 plazas, salvo alguna excepción de marcas generalistas o vehículos de segmentos muy superiores al evaluado en este momento. Por tanto, y en su segmento, parece ser que en aspectos como la capacidad de aventura, el ocio y las posibilidades de espacio soberbias, no tiene rival. ¿Qué elegimos, 5 ó 7 plazas a bordo?. Pues depende. Yo requeriría 5, pero reconozco que llevar dos placitas en la tercera fila, nunca está de más y he podido comprobarlo en más de una ocasión con las amiguitas de mi hija.




Estas plazas de la tercera fila no dan mucho de sí para adultos, cierto, pero sí son muy útiles y operativas para niños de no más de 12 años. Además, dichas plazas no molestan, ya que cuando están plegadas, quedan perfectamente integradas en el maletero y la operación de guardado es tan sencillo como apretar un botón para que se abatan automáticamente. El maletero tiene una gran capacidad, cubicando más de 600 litros en configuración de cinco plazas. Dentro del habitáculo se respira un ambiente muy agradable y los materiales con los que está acabado el modelo son de muy buena calidad en general, pero hay que poner una tacha y es que ciertas partes del decorado interior, no están a la altura y se rellenan con plásticos de una calidad que evidencia algo de racanería dese mi punto de vista. ¡Me ha chocado bastante ver materiales de primera en zonas como el salpicadero y en las puertas y observar cómo te colocan una chapita de plástico en la misma puerta, conteniendo los botones de los elevalunas, de una calidad que desentona con el resto!. Si esto me ha desconcertado bastante, no ha sido para menos el constatar que la unidad de pruebas que me han dejado NO LLEVA LECTOR DE CDs. ¡Es surrealista, pero es cierto a rabiar!. Me había bajado de casa para la prueba un CD de los mejores que tengo, previendo que iba a disfrutar de un sonido bueno a bordo y toda mi ilusión se desvaneció en unos minutos. Y digo bien, unos minutos, porque como no me lo podía creer, me pasé un rato intentando introducir el disco por, quién sabe si con tanta tecnología a bordo, alguna ranura invisible o algo similar. ¡No hubo manera, así que me tuve que rendir a la evidencia!. En ese coche, sólo se escucha la radio y si tienes un buen móvil, la música que lleves en él a través de Bluetooth. También hay conexiones para fuente auxiliar y USB dentro de una pequeña guantera situada entre los dos asientos delanteros, pero ni rastro de lector de CDs. Ya sé que los CDs están más pasados de moda que mi abuela, pero hay que poner un lector de estos por si en vez de comprarme el coche yo, lo hace mi padre o un tío mío que es alérgico a las últimas tecnologías. Y estad seguros de que muchos usuarios de un TT de máxima actualidad como este Land Rover, serán al bluetooth y al Streaming, lo que yo al conocimiento de la vida en pareja del escarabajo pelotero tropical, o sea, «NASTI DE PLASTI».



Con un motor 2.2 L de 150 CV que saca un par máximo a 1.750 r.p.m. de 400 Nm, nos encontramos con la mecánica más efímera que recuerdo, ya que, no tardando mucho, Land Rover distinguirá a los Discovery Sport provistos del motor Ingenium con el nombre comercial E-Capability, cuya identificación se podrá ver en la carrocería mediante una insignia de color azul que destacará la variante más eficiente de la gama. Poco después del estreno de estos motores extremadamente eficientes, el Discovery Sport pondrá a la venta las versiones de tracción delantera enfocadas a un ahorro de combustible y a un uso mucho más limitado al asfalto, lo cual, desde mi humilde opinión y siempre en relación con esas versiones con tracción a las ruedas delanteras, vaciará de contenido a este TT que muestra su principal arma contra la competencia precisamente fuera de la carretera. El Discovery Sport debería ser siempre 4X4 sin discusión, aunque la versión de tracción sea más económica. La otra mecánica posible actualmente es la SD4 de 190 CV (ambas disponibles con caja manual de seis velocidades y automática ZF de nueve relaciones). Cualquiera de las dos prestan gran potencia al conjunto y sirven a los intereses de cualquier usuario sin problema alguno, destacando que, sin haber probado la mecánica de 190 CV, entiendo que la de 150 CV actúa con absoluta solvencia para mover la masa del Discovery Sport sin echarse en falta potencia extra. La caja de cambios de la unidad probada es la manual y, acostumbrado como estoy a cajas automáticas (a cuál más sofisticada), ésta me parece un atraso, aunque es suave y tiene buen tacto en general; de todas formas, teniendo la opción de la caja desarrollada por ZF con 9 relaciones, creo que la manual sobra en un modelo de estas características. Respecto a los nuevos motores Ingenium, las variantes de 150CV y 180CV se identificarán como TD4 aunque no contarán con anagrama identificativo en ninguna versión. Estas mecánicas serán las encargadas de bajar los consumos considerablemente, de elevar las prestaciones ligeramente y de eliminar los impuestos por bajas emisiones.

Aunque el TT viene provisto de aluminio y magnesio para adelgazarlo, tiene un peso de prácticamente 1.800 Kg, por lo que la coletilla de Sport no sé muy bien de dónde le viene. De 0 a 100 km/h en 11,7 segundos y la velocidad punta es de 180 Km/h. Son valores estupendos para un TT de masa semejante y con 150 CV, ¡pero no me lo apelliden Sport…!. Para terminar, en lo referente al consumo, comentar que no es precisamente parco, aunque no está mal para las hechuras del modelo, pero la competencia baja sensiblemente las cifras, por lo que la incorporación de los nuevos bloques Ingenium supondrá buenas noticias en este apartado también.



En carretera, el Discovery Sport se comporta de una manera muy confortable y es curioso decir que en el campo también. Es bastante chocante ir dando botes por zanjas y terrenos empedrados a diestro y siniestro, subiendo y bajando pendientes pronunciadísimas y pisando todo tipo de terrenos en mal estado e ir a bordo del TT casi sin enterarte de nada. Pero volvamos a la carretera, ya que es aquí donde puede batirse el cobre con su competencia y, de momento, por los SUV parecidos que he podido probar, en esta apartado el Land Rover estaría en una posición intermedia, ya que, por ejemplo, un Range Rover Evoque presenta un aplomo superior en carretera, aunque es más incómodo en conducción off-road, todo ello, teniendo en cuenta que hay factores que pueden variar estas impresiones como por ejemplo los neumáticos usados en cada caso. Tres ejemplos más de competidores de la categoría, a mi juicio, más cómodos en carretera, serían estos: en el segmento premium, os diré que un Volvo XC60 es bastante más cómodo en asfalto, un Audi Q5 también y un Mazda CX-5 como SUV generalista, también. Para terminar, decir que, entre todos esos competidores, solamente dos podrían ser candidatos a seguir al Discovery Sport campo a través y no sería ninguno de los citados anteriormente, sino, probablemente (y digo probablemente porque he leído bastante sobre este asunto) el Jeep Cherokee (a falta de probarlo) y quizás el Mercedes GLK equipado con el Paquete Técnico «Off-road» (a falta de probarlo también). Por lo demás, sonoridad muy bien conseguida a bordo y buen aplomo en estas buenas vías, aunque el confort sería redondo si la dirección fuera algo más precisa, sobre todo a velocidades de más de 80 Km/h y abordando curvas de buen radio, situaciones en las que aprecio una ligera sensación de flotación.



Como críticas a aspectos que, particularmente no puedo entender por estúpidos, estaría la ausencia de lector de CDs, ya dicho anteriormente, la ausencia de una función de frenado implementada en el programador de velocidad y la pésima calidad de los altavoces del sistema de audio del coche. Explicando más concretamente cada una de ellas, la primera tiene fácil solución; añadan un lector de CDs al sistema. La del programador de velocidad, no la entiendo. ¿No pueden fabricar un regulador electrónico de la velocidad de crucero QUE MANTENGA LA MISMA EN TODAS LAS CONDICIONES QUE NOS ENCONTREMOS EN UNA CARRETERA?. ¿De qué me sirve a mí despreocuparme de pisar el acelerador en ascensos (porque el sistema acelera en las subidas para mantener la velocidad constante), si al abordar una bajada, por mínima inclinación que ésta presente, el coche se embala?. ¡Con razón la DGT suele tender a colocar radares fijos en bajadas más o menos pronunciadas!. Respecto a la tercera crítica que hace referencia al sistema de altavoces montados, solamente diré que con seis en lugar de diez, pero de mayor calidad, podría conseguirse un efecto acústico mucho mejor logrado. No sé cómo sonará el equipo montado en las versiones superiores HSE y HSE Luxury, pero espero que incorporen lector de CDs. ¡Ahhh, otro pequeño apunte: no vendría nada mal que se incorporara un apoyabrazos delantero!. No creo que cueste mucho y la funcionalidad siempre es interesante.

En una futura prueba, veremos lo que da de sí la versión automática. Creo sinceramente que será, dinámicamente hablando, más estimulante y divertida para mí. De momento, os dejo la valoración EuroNcap, que deja ver a las claras que estamos ante un vehículo extremadamente seguro en prácticamente todos los parámetros analizados.
La calificación otorgada por mi parte al Land Rover Discovery Sport probado, es la siguiente:

Os dejo finalmente, el vídeo de rigor. Espero que os guste.
hola luisa ya vi el video…. le doy un aprobado pero claro muy mejorable……………de los 8 minutos de video casi 6 eres tu palikeando en la cabina …..eso hay que adornarlo……….y el audio por supuesto es malo……un fondo musical ayuda mucho…………ya hablamos campeón…….
Hola Carlos.
Absolutamente de acuerdo. Sobre el fondo musical, antes lo hacía, pero tuve problemas con los derechos de autor y decidí quitar la música de mis vídeos. Ya hablamos.
Un abrazo.
“Usted conduce un Ferrari cuando quiere ser alguien; usted conduce un Lamborghini cuando ya es alguien“ Un poco fuerte el comienzo. Estupendo análisis -entiendo que el reproductor de CD,s tiene que pasar a la historia más pronto que tarde… Valiente el análisis de los materiales… Interesante el comentario sobre el control de velocidad, que así debaría ser, aunque más bien parece destinado a asegurar una velocidad de crucero mínima que deja bajar el vehículo con la inyección cortada… Electrónica tiene para frenarlo. Sugiero información adicional sobre este tema. Fantástico artículo.
Haré un reportaje sobre los controladores automáticos de velocidad. Es una asignatura pendiente de muchas marcas. Gracias por estar ahí.
Que modelo no lleva control de juancrucero
Estimado Juan. No sé exactamente qué significa tu comentario o pregunta. ¿Podrías explicarte un poco mejor para poder ayudarte, por favor?.
Un cordial saludo.
Hola por qué prefieres la caja de cambios automática frente a la manual?
Un saludo, Javier
Hola. Las cajas automáticas dotan al vehículo de una mayor comodidad a la hora de conducir y eso se nota en el día a día. Además, hoy en día no se nota el consumo entre una caja manual y una automática, siendo en ocasiones, inferior en transmisiones de tipo automático. La comodidad, la suavidad, el bajo consumo y la posibilidad de manejo secuencial para emular a una caja manual si te aburres, son causas, desde mi punto de vista, más que justificadas para disfrutar de una de estas cajas.
Un cordial saludo.