
Y la fiesta empieza nada más que te subes a este Audi Q5, un SUV Premium de la Marca de Ingolstadt. La unidad de prueba que amablemente me han prestado durante un largo fin de semana, está resultando ser toda una fiesta de sensaciones positivas a bordo de este todocamino de lujo. Y es que, es subirte al coche, introducir la llave en el hueco ubicado en el salpicadero al efecto, presionarla ligeramente y… ¡Magia; no se oye casi nada en el amplio habitáculo, a pesar de estar ante un producto cuya motorización es de ciclo diésel!. ¡Empezamos muy bien, me digo!. Como ya he señalado en varias ocasiones, uno de los parámetros por los que yo juzgo un vehículo, es el de su sonoridad interior y ésta me ha sorprendido muy gratamente, puesto que el sonido que llega al interior del habitáculo, incluso estando el motor frío, es testimonial, por no decir prácticamente inaudible.

El motor que lleva esta unidad es el 2.0 TDI de 177 CV, asociado a una caja de cambios automática S-TRONIC de doble embrague que funciona de maravilla y con una suavidad notable. El par motor es de 380 Nm y se entrega desde las 1.750 rpm hasta las 3.000 rpm de una forma contínua y sin desfallecer. Su velocidad punta es de 200 Km/h y hace el 0 a 100 en 9 segundos. Sin ser cifras explosivas, hay que tener en cuenta que superan a muchos de sus rivales y que estamos ante un vehículo cuya masa asciende a 1.900 Kg.

El coche, desde su puesta al día en 2012, tiene una apariencia bastante más lograda que el modelo que iniciara su andadura, allá por 2008. Nunca hablo de estética de una manera tajante, por lo que no digo que un coche es una preciosidad o que es feísimo, salvo alguna que otra rara excepción, pero he de reconocer que el primer modelo del Q5 no me llamaba mucho la atención y que este «restyling» me hace girar la cabeza cada vez que lo veo, a pesar de no haber variado sustancialmente su aspecto respecto a aquel. Sin embargo, lo ha hecho de manera suficiente como para darle un «look» mucho más atractivo y atrayente. Las dimensiones del SUV son de 4,63 mts. de largo por 1,90 mts. de ancho por 1,63 mts. de alto, cubicando su maletero 540 L con los asientos en configuración normal.


Respecto al equipamiento que trae de serie, hay que señalar que, como buen premium alemán, no viene mal dotado, pero la lista de opciones tiene la longitud de un portaaviones, aunque en este sentido, cabe destacar que podemos rematar el coche con un buen equipamiento acortando esa lista de una manera contundente y quedándonos con dos o tres paquetes integrados y completísimos, como es el caso de la unidad prestada. A saber; el modelo entregado es un Q5 «S LINE EDITION» y esto, a primera vista, puede parecer que se trata de un paquete de diseño deportivo de carácter estético, pero este paquete incluye el «Paquete Ambiente» que está dotado de servocierre eléctrico del portón del maletero, del espejo interior antideslumbrante automático, de la banqueta trasera plus (permite abatir los asientos por separado 40/20/40 y ganar espacio para el maletero sin abatirlos), el apoyabrazos central trasero, el sistema de aparcamiento trasero, 3 portaobjetos, el Audi Hold Assist, el sensor de luz y lluvia, el control de crucero electrónico (que es de los de verdad y está dotado de freno en pendientes), los faros de Xenón Plus con luces traseras LED, los espejos exteriores térmicos, ajustables eléctricamente y abatibles por el mismo procedimiento, la interfaz Bluetooth y el apoyo lumbar eléctrico. Siguiendo con el detalle del Paquete «S LINE EDITION», hay que añadir a lo anterior la tapicería de cuero Milano, el Paquete de diseño exterior «S LINE», el asistente de aparcamiento plus, el climatizador de confort de 3 zonas y las preciosas llantas de alumino fundido de 19″ con diseño de 5 brazos pulidas. Fuera del paquete reseñado, llevo sobre mi cabeza un impresionante techo panorámico que abre y cierra eléctricamente en varias fases con una cortinilla, eléctrica también, que impide el paso de los rayos del sol. Además, mi unidad tiene la particularidad de llevar en el techo unos portabicis muy prácticos (sobre todo si tienes bicis que transportar) que, sin embargo, presentan ciertos ruidos aerodinámicos a ciertas velocidades que, sin ser muy molestos, a mí, particularmente, no me agradan en absoluto. Definitivamente, se trata de un accesorio muy útil para quien lo requiera, pero presenta el inconveniente ya citado y además, al afectar al coeficiente de penetración «Cx» del coche, el consumo se verá incrementado, por lo que su colocación sólo debe realizarse en caso de ser usado.

La tracción integral permanente quattro con control electrónico de estabilidad ESC es de serie en este modelo y su funcionamiento depende de un diferencial central autoblocante que, en condiciones normales de conducción, distribuye el par al 40/60 entre los ejes delantero y trasero, pudiendo estos porcentajes variar si el terreno así lo requiere. El cambio, por su parte, se fía a un S-TRONIC con dos embragues multidisco electrohidráulicos bañados en aceite.

Desde el punto de vista dinámico, se trata de un SUV de «altos vuelos», permitiéndote llevar unos ritmos elevados por carreteras sinuosas sin balancear apenas y mostrando una suavidad de marcha y confort como pocos he visto. En autopista va como la seda y parece ir sobre raíles. En ciudad, acusa su tamaño y anchura callejeando, pero no es complicado hacerlo dado su buen radio de giro y su facilidad de conducción. La dirección es precisa y tiene muy buen tacto a cualquier velocidad. El cambio automático S-TRONIC es muy agradable y la transición entre marchas es suave. El funcionamiento manual de éste es muy bueno y permite diversión al volante, sobre todo en carreteras de curvas; tiene 7 relaciones.
Me ha gustado especialmente de este Audi Q5 su buen andar en todas las circunstancias a las que lo he sometido, bien fueran éstas en carreteras secundarias, en ciudad, en autovía o sobre terreno no asfaltado, teniendo un comportamiento muy ágil y seguro en todas y cada una de ellas. El aplomo y la comodidad que aporta es superior, con una sonoridad interior prácticamente inapreciable y unas aptitudes de marcha propias de vehículos mucho menores en tamaño. Sobre la prueba realizada en pista no asfaltada, me sorprendió gratamente la velocidad a la que se puede circular con él sobre terrenos empedrados y en bastante mal estado sin sufrir movimientos desagradables en el interior y sin percibirse el más mínimo ruido o crujido de ajuste. ¡Verdaderamente grande!.
Los frenos hacen su trabajo a la perfección y permiten detener el coche en distancias más que decentes para un todocamino que pesa 1.900 Kg. Además, no han mostrado signos de fatiga en bajadas pronunciadas, por lo que estos no pierden su mordiente en ningún momento.
He de destacar en el apartado tecnológico, que este coche va dotado de un programador de velocidad que «no es de juguete», permitiendo establecer la velocidad de crucero y olvidarte de acelerador y freno, con independencia de los grados de inclinación de la calzada, ya que el sistema acelera en las pendientes hacia arriba (esto lo hacen todos) y frena automáticamente cuando vienen pendientes hacia abajo (esto ya no lo hacen todos), manteniendo la velocidad constante sin intervención alguna por parte del conductor.

En cuanto al consumo, me ha parecido bastante acorde a las cifras oficiales, estando, por supuesto, por encima de lo que dicen los papeles, pero no mucho, llegando a hacer una media, entre ciudad, montaña y autovía en el entorno de los 7 L/100 Km. Fábrica da un dato de 6,1 L de consumo en esta modalidad, por lo que no está muy lejos de la cifra oficial.

Para terminar, comentar que este coche tiene un precio en Canarias, con esta motorización, con tracción Quattro, cambio S-TRONIC y tal y como viene equipado, de 60.240 €. Hasta final de año, se mantiene una importante campaña de descuentos que alcanza, en este caso, los 8.000 €, quedando la unidad en unos, ya mucho más atractivos, 52.220 €. Si nuestra opción de compra pasa por financiarse, tendremos un descuento extra de 2.000 €, con lo que nos podemos ahorrar hasta 10.000 € en total. Este era el arreglo y equilibrio que mencionaba yo en la videoprueba y que, ciertamente, es muy atractivo dadas las características y el nivel del vehículo probado.
No obstante, para todos aquellos que no quieran equipamientos excesivos ni motorizaciones «tan grandes», existe todo un Audi Q5 2.0 TDI de 150 CV con tracción delantera (4X2) y cambio manual de 6 relaciones por sólo 34.000 €, campaña de financiación y descuentos ya incluídos. ¿No te parece una buena oportunidad de acercarte a tu concesionario en Canarias de Domingo Alonso y hacerte con uno?. En el siguiente enlace podrás encontrar la WEB oficial de Audi en Canarias para mayor información.
Como siempre que hago una prueba, te dejo también un link a EuroNcap para que puedas consultar los pormenores de este gran SUV en materia de seguridad.

La videoprueba que aporto*, te dará una idea de cómo se viaja a bordo de este todocamino de lujo que he tenido la suerte de probar este fin de semana de la mano de Domingo Alonso S.L., agradeciéndole muy especialmente, a Néstor, Jefe de Ventas de Audi en Las Palmas, la oportunidad y confianza prestadas.
* Pido disculpas anticipadas por unas pequeñas deficiencias de sonido (pequeñas vibraciones acopladas a la carcasa de la cámara) al principio de la videoprueba, que no se han podido solventar.