El nuevo Yaris de Toyota es tan nuevo que no se parece en nada a la versión a la que deja atrás. ¿Será la nueva referencia del segmento B?.
Por lo visto, este nuevo Yaris va a ser, si no la nueva referencia del segmento B (premium y generalista), uno de los candidatos a serlo y a estar entre los grandes de los pequeños urbanitas.
Este Yaris es mucho más coche que su antecesor y mejora en todo, pero lo hace a lo grande, nada de pinceladas o parches para continuar tres años más en el mercado compitiendo con los demás.
Fue ya hace 21 años cuando el Yaris de entonces apareció en el mercado español dejando boquiabiertos a los clientes
Y no sucedió tanto porque fuera tan distinto a los demás, al menos externamente, sino por la tecnología que arrastraba. Su exterior era llamativo y su instrumentación digital era toda una declaración de intenciones, que años después se impondría al resto de modelos, pero que en el nacimiento del nuevo siglo, no era común si siquiera en segmentos superiores.
La calidad del coche era evidente y más lo es ahora, viendo la cantidad de ellos que circulan por nuestras calles con muchos años a la espalda y una fiabilidad a prueba de bomba.
Como prueba, un día que no tengas nada que hacer, trata de encontrar vehículos del segmento B con frenos de disco en el eje trasero, a ver si encuentras muchos.
En 2021 asistimos al nacimiento de una revolución, tanto estética, como interior y tecnológica. De hecho, a falta de probarlo, estoy en condiciones de asegurar que me va a dar sensaciones de ser uno de los mejores, si no el mejor del segmento B a todos los niveles. ¡Eso sí, barato no es, como es lógico!.
Inmensa tecnología, equipamientos inauditos en versiones altas y aspecto agresivo y deportivo por doquier
El nuevo Toyota Yaris ya se puede adquirir a partir de algo más de 15.000 € para la versión más básica, descuentos aparte. La versión más alta, denominada «Premiere Edition» es una verdadera oda a la tecnología y equipamientos ostentosos para un vehículo del segmento, pero el precio (en torno a los 22.000 €) también indica a qué niveles nos movemos.
La calidad percibida a bordo, al menos en estático, es muy buena, destacando un interior moderno con materiales muy buenos y una sensación de estar metido en un vehículo más grande y aparente.
Su motor, es un gasolina de ciclo Atkinson y 1.5 litros con tres cilindros muy suave y silencioso (salvo en grandes aceleraciones gracias a su cambio de variador continuo) y suma, junto al eléctrico que apoya, 116 CV, que para un segmento B es potencia.
El salto cualitativo que ha dado este Yaris en materia mecánica es espectacular en su cuarta generación. Su motor de gasolina entrega 93 CV por sí solo y por el lado eléctrico tenemos 59 kW, sumando ambos 116 CV.
Batería de Ión de Litio, más ligera y compacta que la anterior y una etiqueta ECO de la DGT para más exclusividad
Esta mecánica ahora es «mucho más eléctrica» que antes, en el sentido de que interviene mucho más en todos los procesos; de hecho, Toyota asegura que en el 80% de la circulación en ciudad, el Yaris es capaz de ir en modo eléctrico o apoyado por este motor.
La batería ahora es Li-Ion (Ión de Litio) en lugar de Hidruro Metálico, siendo más ligera. Los nuevos Yaris Hybrid presentan la etiqueta ECO de la DGT dada su eficiencia mecánica y sus consumos bajísimos.
Los acabados posibles son el Business Plus, el Active Tech, el Style y el lujoso y tecnológico Premiere Edition. Todos ellos van muy bien equipados en general y a nivel tecnológico llevan buen arsenal de medidas, pero el Premier Edition se sale. Incluso considero excesivo un clima dual para un habitáculo tan pequeño o un sistema High End de sonido JBL con 8 altavoces.
Seguridad del Yaris al máximo nivel, inédita para el segmento y desde el nivel más básico DE SERIE
Hay que señalar en mayúsculas lo de que es de serie porque las marcas elitistas nos hacen creer a menudo que sus coches van «petados» de sistemas de seguridad mega tecnológicos y no mienten, claro, pero para sus vehículos más lujosos y emblemáticos, no para el utilitario de calle que cuesta 25.000 ó 30.000 €.
El nuevo Yaris lo lleva todo o casi todo desde la versión base en materia de seguridad; los japoneses son muy serios con sus productos y hacen gala de un gran nivel desde las versiones menos costosas, porque la seguridad máxima no debería ser tan cara.
Ya el Business Plus cuenta con Toyota Safety Sense, que incluye el sistema de precolisión PCS, el aviso de salida de carril con control de dirección (LDA), el control inteligente de luces de carretera, el reconocimiento de señales de tráfico (RSA) y el control adaptativo de velocidad de crucero, con lo que este coche tiene cierto grado de autonomía a la hora de circular apoyado por semejante número de asistentes.
Más sistemas lleva la versión tope de gama Premier Edition, calzada con unas preciosas llantas de 17″, tapicería mixta en piel y tela y faros y pilotos full LED, entre otros.
Head Up Display de 10″ contra el parabrisas, dispositivo que encontramos como extra en vehículos de más de 100.000 €
Algo más corto, más bajo y más ancho que el anterior, este Yaris va a proporcionar agrado de conducción a su propietario y pasajeros, consumos ridículos, cierta deportividad y equipamiento y tecnología superiores.
Las llantas que soporta van desde las de 15″ hasta las de 17″ que calza la versión superior.
Por su parte, los asientos de las versiones Style y Premiere Edition son extraordinarios, abriendo campo hacia una instrumentación digital, unos materiales muy buenos y, en el caso del Premiere Edition, incluso con el lujo de contar con un H.U.D. de 10″ contra el parabrisas y no contra una lámina de plástico, como hacen algunos fabricantes por aquello del «quiero y no puedo». Este último elemento es único en el segmento (salvo alguna excepción que lo monta, pero contra una lámina escamoteable), así que ya sabe la competencia; ¡a tomar nota!.
La pantalla central es de buen tamaño, situada en un lugar ideal y táctil. Quizás la crítica pudiera ir por la interfaz, que no es la más moderna que he visto, pero con la inclusión de Android Auto y de Apple CarPlay, eso pasa completamente a segundo plano, al menos para mi gusto.
Atrás hay espacio, pero no para tres ocupantes y menos si son de buena talla. El maletero, en la línea de sus competidores
Atrás las plazas son correctas, dado el tamaño total del coche que está algo por debajo de los 4 metros. Estando en el entorno del 1,80 de estatura, sentado delante y acoplado bien al puesto de conducción, atrás no quepo bien. Además, las puertas traseras no abren mucho, con lo que el acceso no es todo lo cómodo que quisiéramos.
El maletero es bueno en términos generales, aunque considero que el borde de carga está un poco elevado y subir bultos pesados puede ser algo costoso.
Chasis TNGA para una mayor rigidez torsional, siendo el Yaris el más seguro en este aspecto de la categoría
El chasis procede de la plataforma denominada TNGA, un 37% más rígida que la anterior, asumiendo ya la competencia actual que este Yaris es el más rígido de la categoría, lo que repercute en una mayor confort y, como no, en una mayor seguridad en caso de accidente.
En definitiva, se trata de un coche muy fácil de llevar, con un cambio automático que nos libera del estrés de estar cambiando en ciudad constantemente, un sistema híbrido que nos ayudará a emprender la marcha en silencio absoluto y sin gasto alguno de carburante, siendo más limpios y eficientes a la par que ahorradores.
Estoy pendiente de probarlo a fondo para ver si los japoneses han hecho el trabajo que anuncian y que reproduce todo el mundo después.
Como curiosidad, la red de comunicaciones de este Yaris con su App MyT de Toyota, está a muy alto nivel, destacando una función que analiza nuestra manera de conducir y que podemos enviar a nuestro seguro como prueba de lo buenos que somos al volante, para así obtener un descuentillo en la prima.
Los consumos que anuncia la marca son de 3,8 litros a los 100 Km, cosa que no me creo directamente, aunque sí es posible, según he podido leer, alcanzar consumos parecidos ligeramente por encima de los 4 litros sin cuidar demasiado el acelerador. ¡Veremos cuando lo pruebe!.