El Mini más urbano de la marca británica no renuncia a la diversión de conducirlo, ya que, a pesar de ser eléctrico y de no contar con una autonomía grande, admite escapadas al campo y en carreteras con curvas es donde aparece el «Rock & Roll».
Hasta hace poco, salvo el trío del Grupo VAG (Mii, Citygo y Up) y la marca Smart, propiedad de Mercedes y de Geely a partes iguales, nadie había puesto sobre el terreno coches urbanos eléctricos serios. Últimamente se han unido Fiat y Honda al selecto grupo de eléctricos pequeñitos.
El Mini Cooper SE es, tras probarlo, uno de los coches más divertidos de conducir que me he echado a las manos. Además, la propulsión eléctrica 100% le da ese «punch» a la hora de acelerar que te deja pegado al asiento sin contemplaciones.
Son 135 kW o 184 CV de potencia los que empujan del Mini como una bomba hacia adelante
La realidad es que el Mini Cooper SE tira que se las pela. Acelera de 0 a 100 Km/h en 7,3 segundos y sigue tirando hasta alcanzar los 150 Km/h de velocidad punta autolimitada. ¡Sobrado!.
La batería que monta es de 32,6 kWh de capacidad bruta, llegando hasta los 28,9 kWh de capacidad neta.
LLevar la misma potencia que su hermano el BMW i3 no es poca cosa, ya que este modelo es bastante más pequeño y ligero que el bávaro.
No hay que destacar en un eléctrico que bata records de deportivo en todos los semáforos, pero este Mini es muy rápido y acelera mucho, muchísimo. La respuesta al acelerador es inmediata y su sonido es embriagador, tanto cuando circula a baja velocidad, como cuando vas a 120 Km/h.
Cuando vas muy despacio hace un sonido tipo «Enterprise» y a 120 Km/h no se oye más que el aire exterior a bordo de una manera muy atenuada.
¿Quiénes pueden ser sus alternativas?. Hay pocas al estar enmarcado en el segmento premium
Este Mini Cooper SE puede rivalizar con una buena cantidad de modelos a día de hoy, pero no sería justo comparar un Renault ZOE con este coche, por poner un ejemplo.
Un Renault ZOE le da dos vueltas a este Mini en cuanto a autonomía, alcanzando casi los 400 Km con una recarga. Sin embargo, nada más abrir la puerta de uno y de otro te das cuenta de quién manda ahí en calidad, confort, elegancia y tecnología y ese es el Mini.
Por hablar de generalistas que compiten en tamaño aproximado, puedo citaros al ZOE, al Corsa y al Peugeot 208, por ejemplo. Todo sellos superan con creces en autonomía al Mini, pero son coches poco vistosos ante la imagen y presencia interior del británico.
Únicamente, el Peugeot e-208 podría hacerle algo de sombra en equipamiento galáctico y presentación llamativa al Mini, pero quedando por debajo en calidades de materiales, ajustes y sensación de eso que se llama «producto bien hecho».
Para hablar de rivales en puridad, habría que acudir a los novísimos Honda e, Fiat 500 en acabado La Prima y Mazda MX-30. Todos ellos están en precios similares y autonomías parecidas, aunque, el Mini sería el vencedor en este combate por recargar lo más tarde posible, y eso que en ciclo WLTP hace 235 Km.
El BMW i3 sería otro comparable, pero bastante más caro y grande que el británico, aunque en autonomía no le supera en mucho.
Como siempre, los precios son variados según quieras hacerte con un Mini que te lleve de un lado a otro o con uno que haga lo mismo pero con seguridad, tecnología y confort a tope
El Mini Cooper SE parte de 33.950 €, llegando en su versión tope hasta los 41.000. Con ayudas y demás cuestiones burocráticas, podríamos ahorrarnos bastante pasta, pero, sí, hay que reconocer que estos caprichitos son «caretes». Míratelo por aquí.
Son segundos coches familiares y quien pueda permitírselos, puede hacerse con verdaderas bellezas de atractivo y singularidad sin par y además muy limpios y eficientes.
Para mi gusto, el Mini Cooper SE presenta dos pequeños inconvenientes que dejan de serlo cuando lo conduces por la facilidad con que te olvidas de ellos. El primero es que tiene 3 puertas. Este inconveniente para mucha gente no lo es, ya que otorga mayor exclusividad y deportividad al modelo en comparación con el 5 puertas, pero, al menos, podrían haber dejado la elección para el comprador.
La otra «pega» sería su autonomía. Sin embargo, en este punto tengo que decir que sus alternativas hacen menos kilómetros a igualdad de carga y, sobre todo, la autonomía no es un problema si vives en una Isla, como es el caso, así que se podría decir que, salvo que lo tengas como primera opción y tengas que llenarlo de pasajeros y equipaje, si te lo puedes permitir, es un vehículo fantástico en todos los aspectos.
Dimensiones contenidas para este pequeño gran coche inglés
Su maletero no es gran cosa, claro, pero cubica 211 litros y yo he hecho una compra en el súper enorme que me ha cabido entera. Vuelvo en este punto a recalcar su vocación casi exclusivamente urbana. No me compraría un Ferrari jamás si viviera en un campo sembrado de patatas y mis rutas discurrieran por esos trazados.
Son 3,84 metros de largo por 1,73 de ancho por 1,43 de alto, lo que lo sitúan en un urbano de libro, algo por debajo del BMW i3 y por encima de alternativas excesivamente pequeñas como el Smart o el trio del Grupo VAG todos estos, por cierto, con cuatro puertas. Ya no digo nada si lo comparamos con un micro coche de nueva factura, el Invicta Electric D2S, tan solo de 2,80 metros de longitud y una autonomía parecida a la del Mini en su versión más potente.
El interior es igual que el del resto de gama, con nuevo cuadro de 5,5″ tras el volante muy minimalista, pero con la información exacta y precisa
Tras el volante aparece una pantalla plana de color totalmente digital que sustituye a los antiguos relojes. En el centro, integra una gran esfera que contiene todo el sistema multimedia del vehículo y que parte de una pantalla de 6,5″ para las versiones básicas, la «S» y la «M» y de 8,8″ para las versiones más lujosas y equipadas, la «L» y la «XL».
El manejo de la pantalla multimedia central es táctil en ambos casos y el colorido ambiental, cambiante, muy agradable.
El coche cuenta con cuatro programas que son «Sport», «Green Plus», «Green» y «Mid», cada uno de los cuales adapta el coche para las condiciones de aporte de prestaciones o ahorro. Por ejemplo, en el modo «Green Plus», la velocidad máxima se limita a 90 Km/h y se desactiva la climatización. En el modo «Sport», sin embargo, lo das todo y aceleras en plan deportivo de 0 a 100 Km/h en 7,3 segundos.
La dirección y los frenos tienen un tacto exquisito. La dirección, por su precisión y tacto perfectos a la hora de marcar el camino a seguir y los frenos, por lo contundentes a la hora de actuar. ¡En estos aspectos, marca claramente la distancia con sus competidores, y es que, un Mini es un Mini!.
Conducción alegre y deportiva son algunos de los aspectos destacables de este Mini Cooper SE
La conducción de este coche es muy sencilla y si aprendemos a prescindir del pedal del freno, entonces ya ni te cuento. Se llama función «One pedal» y se obtiene activando la frenada regenerativa a través de una tecla que se ubica a la izquierda de la palanca de Start/Stop. De serie viene activada en modo de fuerte regeneración. Si la pulsamos, anulamos en gran parte esa acción y ahí sí que necesitaremos del auxilio del pedal del freno para detener el coche.
En el modo por defecto, la frenada al soltar el acelerador es tan fuerte que se puede prescindir del uso del freno de servicio casi en cualquier circunstancia (salvo en casos de emergencia). Para evitar alcances posteriores, las luces de freno se encienden cada vez que soltamos el acelerador en modo de regeneración alta. De esta forma, recargamos baterías y preservamos intactas las pastillas de los frenos, lo cual agradecerás al no tener que mantenerlas sustituyéndolas cada x Kilómetros. Por cierto, que los frenos son de disco a las cuatro ruedas, cosa bastante improbable de encontrar en vehículos de este segmento; léase al respecto el Fiat 500-e o el Smart. Pero es más, tampoco es usual en segmentos superiores si de eléctricos hablamos; léase ahora el Volkswagen ID-3 e incluso el ID-4.
Cada cual a lo suyo, pero yo no veo ni medio normal ponerle frenos de tambor traseros a coches de 40.000 € o más, por mucho que se justifiquen sus ausencias en otros tipos de conducción y otras argucias sacadas de la manga a última hora y tras las quejas de los usuarios. ¡Si un día veo un Tesla Model 3 con frenos de tambor traseros, me doy de baja de la afición sin pensarlo!.
Un Mini hecho a medida, como un traje y sin posibilidad de opciones ajenas a las «tallas» propuestas
Cuatro son los acabados propuestos por Mini y sí, son acabados con letras de tallas de ropa. Así, el básico será el modelo «S» que, aunque ya parte con un equipamiento decente, un cliente tipo de la marca lo encontrará corto.
Tras éste, viene el modelo «M», más equipado que el «S» pero tampoco para volverse muy loco. Quizás el modelo más recomendado sea el «L» por su alto nivel de equipamiento a pesar de sus 39.000 € de tarifa. Aquí ya estamos hablando de sistema central multimedia de 8,8″, faros Full LED adaptativos, Head Up Display (H.U.D.), sistema de alta fidelidad Harman/Kardon, Driving Assistant, tapicería en piel, etc.
Para terminar, el tope de gama lo encarna la versión «XL», que tiene de todo y más. Hay que añadir a lo dicho para el «L», tapicería de piel exclusiva, techo panorámico retráctil, moldura retroiluminada en el lado del pasajero, etc.
La distinción tiene un precio, ya lo sabéis. El problema es que el Mini Cooper SE, además es eléctrico, lleva 184 CV de potencia, es súper divertido conducirlo y si vas a opciones muy equipadas, vas cargado de extras muy interesantes. Si optas por ayudas gubernamentales, con campañas de la propia marca y te mola la exclusividad, ¿por qué no hacerse con uno y darse un gustoso capricho para el cuerpo?.
Aunque la prueba fue solamente por un día, puedo dejaros por aquí mi valoración del coche para que la tengáis presente si estáis pensando en este concepto de vehículo.
