La prueba que llevo a cabo en esta ocasión, es sobre un MB Clase B 250e. Y la expresión que más casa con este vehículo, es que se trata de un eléctrico puro de altura.

Debo agradecer al concesionario de Mercedes-Benz para Las Palmas y, especialmente, a Antonio, la cesión del coche para la prueba.
Sin que sirva de precedente, voy a empezar este reportaje por el final. Y es que, lamento mucho, después de probar este coche, su retirada del mercado a finales de 2017. Fue la crónica de una muerte anunciada, ya que, avanzaban los años, cuatro, para ser exactos, y el coche no cuajaba en el mercado.

Las paupérrimas cifras de ventas del MB Clase B 250e, no han hecho justicia con tan singular vehículo, motivo éste, por el que se decidió retirar del mercado a tiempo para dedicar todos los esfuerzos de electrificación pura a los futuros EQ.

Mercedes-Benz prevé poner en el mercado en tan solo 4 años, más de 10 modelos eléctricos 100%, así que, el hecho de abandonar la fabricación de este modelo, no tiene nada que ver con que la firma alemana haya claudicado a la fabricación de más eléctricos. ¡Nada más lejos de la realidad!.
Pero voy a hablaros un rato de este peculiar y fantástico vehículo. Este clase B 250e, está dotado de unas baterías de 28 kWh que proporcionan al modelo una autonomía de 200 Km. Su capacidad real es de 36 kWh, pero ésta se alcanza mediante una opción que no resulta precisamente barata, denominada «Range Plus».

El modelo probado lleva la batería de serie para rodar unos 200 Km, que se quedan realmente en unos cuantos menos, dependiendo del modo de conducción que adoptemos.

Hasta la llegada del LEAF nuevo y del BMW i3 nuevo, no había un coche en el mercado con una capacidad de batería tan grande, salvando las excepciones de Tesla, por supuesto.

Tres son las posibilidades de conducción que se pueden llevar a cabo con este coche, pulsando un botón que hay en la consola para cambiar de modo. El modo «E», que es el que se conecta por defecto cada vez que ponemos el coche en marcha, es un modo de ahorro de batería que «sostiene» el coche en unos discretos 133 CV.
Si pasamos al modo «E+», nuestro Clase B 250e se queda en unos escuetos 100 CV de potencia que no nos permiten grandes alegrías con el pedal del acelerador. De hecho, la velocidad máxima en este modo de conducción es de 110 Km/h, aunque nada impide que si vienen mal dadas, podamos disponer de toda la potencia haciendo «Kick-Down», potencia que sí se muestra en todo su explendor en el tercer y último modo de conducción, el «S» o Sport.

Hay que recordar en este punto, que la potencia máxima declarada para este coche es de 179 CV, lo que no es poco, ni mucho, dependiendo de con quién lo comparemos. En el modo «S», el coche va como un «tiro», obteniendo todo el par, que asciende a 340 Nm, desde cero.

Con este último modo, podremos acelerar de 0 a 100 en tan solo 7,9″ y alcanzar una velocidad máxima de 160 Km/h, todo ello regado de un ambiente de silencio que asombra por la ausencia de cualquier ruido, tanto proveniente del motor, como de los neumáticos, como de cualquiera de las piezas que adornan su interior, por cierto, muy bien ajustadas y de calidad extraordinaria, con alguna excepción de algún plástico duro presente en el salpicadero, plástico que empobrece un poco toda la parte acolchada, ofreciendo una imagen quizás un punto por debajo de lo que la categoría merece.

La parte motriz del Clase B 250e, ha sido desarrollada por Tesla, lo que significa tecnología máxima en lo que al mundo eléctrico se refiere.
Sus medidas son de 4,36 de longitud, por 1,81 de anchura por 1,60 de altura. Su maletero cubica 500 litros sin abatir los asientos, dejando a este monovolumen en un buen puesto en cuanto a comodidad interior y cotas de habitabilidad más que notables.

Como reseñable, hay que citar el inmenso confort de marcha y de rodadura que proporciona el Clase B 250e. Parece que vas a bordo de una nave interestelar por lo acolchadas y filtradas que llegan las imperfecciones de la calzada al interior (pasa sobre los baches como si de una alfombra mágica se tratara) y por un sonido al acelerar que es como una especie de silbido prácticamente imperceptible que crea adición, al menos a mí.

Aparte del asombroso confort interior y del silencio no menos apabullante, se trata de un coche muy espacioso dentro de su condición de monovolumen compacto.
Estéticamente, puede gustar más o menos, pero entre los vehículos de esa categoría, para mí, es de los más bonitos, a pesar de no ser yo muy de monovolúmenes.

El equipamiento de serie es bastante completo, aunque se puede cargar, como es costumbre de la casa, con muchas y caras opciones para redondear un producto que ya, de principio, es realmente bueno. Cuenta de serie con una pantalla muy clara y visible (flotante) que muestra la información necesaria del vehículo con una nitidez pasmosa, con un climatizador manual y salidas de aire a las plazas traseras, faros LED, cambio automático, un completísimo ordenador de viaje o un sistema de regulación y limitación de la velocidad denominado «Tempomat» que funciona de maravilla, entre otros.
Dinámicamente, el coche es ágil, a pesar de ser más alto que un compacto al uso, aunque para hacer curvas a velocidad en carreteras de montaña, no sirve.

Lo que sí debe destacarse, es el confort inmenso de marcha que ofrece. En modo «E+», el coche parece pesar mucho más de lo que ya declara en báscula (que no es cualquier cosa, con algo más de 1.700 Kg), acelerando poco y de manera muy progresiva; ¡todo sea por el consumo!.
Pasando al modo «E», gana algo de movilidad, pero se puede decir tranquilamente, que no sale de su «letargo» hasta que no aparece la «S» en la pantalla multifunción central. Ahí sí que acelera y empuja como si no hubiera mañana. No obstante, la elevada tara del coche, penaliza los datos de aceleración a pesar de ser muy buenos.

Los acabados del B 250e son muy buenos, a pesar de mostrar algunos aspectos que desmerecen el conjunto a base de plásticos duros en la consola central.
El sistema de carga del coche es muy sencillo y se ofrece un cable que se enchufa a la luz (a un enchufe normal), y que llena el «depósito» en aproximadamente 12 horas. Un segundo cable que también te sirve la marca con la adquisición del modelo, es uno con conectores tipo 2 (Mennekes) a ambos lados para recargar hasta a 3,7 kW en monofásica (16A-230V) en unas 9 horas y a 11 kW en trifásica (16A-400V) con el que podemos cargarlo a tope en 2,4 horas aproximadamente. Lo que no aparece para este coche es la posibilidad de carga rápida que permita enchufarlo y obtener una autonomía grande en tan solo media hora.
El precio del B 250e asciende a unos 45.000 €, precio muy elevado que justifica su fracaso comercial, además de contar con una autonomía real de unos 150 Km aproximadamente, superada ya a día de hoy por muchos modelos de precios muy inferiores al comentado.
El mismísimo BMW i3 ronda los 38.000 € en su versión de 172 CV y los 42.000 € en su versión de 184 CV, sin descuento alguno. Ambos con unas autonomías oficiales de 300 Km y 280 Km respectivamente, aunque la cosa se queda en realidad en unos 220 Km y en unos 180 Km para cada modelo.

La prueba ha sido corta pero intensa. El consumo no ha sido muy elevado para el tipo de conducción que yo manejo, habiendo elegido para la prueba los tres modos expuestos, aunque prevaleciendo el «E+» por aquello del ahorro. He podido rodar con él unos 125 Km, quedando una reserva de 35 Km a la entrega del coche.
En definitiva, un vehículo que me ha encantado por su confort elevadísimo, su espacio, su sensación de seguridad y su silencio sepulcral a bordo. El hecho de saberte entre el tráfico de la polución, el más ecológico, también constituye un plus de elegancia que cada vez se impondrá más en nuestra sociedad.
La dirección por su parte, me encanta, siendo directa y con un tacto excelente. Un buen sistema de frenado y un equipamiento que, sin ser ostentoso, es bastante completo, hacen un producto final realmente tentador, sobre todo ahora que ya no se fabrica y que presenta alguna unidad en tienda con unos descuentos muy suculentos que dejan el precio final en 33.900 €. Si te interesa y llegas a tiempo, no dejes de visitar el concesionario de Mercedes-Benz en Las Palmas de GC, donde un excelente profesional te atenderá con gusto.
Pero entonces, si el producto es tan bueno, ¿cuál ha sido el problema en sus ventas?. Pues los referidos ya más arriba; escasas compras por los clientes, autonomía superada y, sobre todo, precio muy elevado.

A mí, me ha convencido y, con independencia de su suerte comercial, creo que estamos ante un rival premium de altura. Quedamos a la espera de la familia EQ, una vez desaparecido éste.
Mi valoración la dejo debajo, como siempre, esperando sea de tu agrado.

Respecto a EuroNcap, aquí tienes los resultados obtenidos por el modelo de 2011.
Y el vídeo de rigor. ¡Hala, a disfrutarlo a bordo conmigo!.