Ignorancia es una palabra que la Real Academia Española define como «Falta de ciencia, de letras y noticias, general o particular». Para entender bien lo que quiero decir con el post, hay que mirar este vídeo y darse cuenta de que la ignorancia es más peligrosa aún que la maldad. ¡Yo temo mucho más a un ignorante que a un malvado! y váis a ver por qué…
Como habéis visto, en este vídeo se observa un Volvo XC60 en el exterior de un concesionario. Este coche, como ya sabemos, cuenta con el sistema de frenado autónomo de emergencia denominado «City Safety» y los protagonistas del vídeo, parecen tener muy claro que quieren probar el sistema confiando a ciegas en él, sin tener presentes algunos aspectos que no conviene descuidar al respecto. De todas formas, no es la primera vez que alguien pretende probar el sistema con mayor o menor fortuna. ¡Cuidado con ponerse delante a hacer estas pruebas que los carga el diablo!. ¡Mira este vídeo que no deja de ser un tanto cómico!.

Pero, ¿por qué en el primer vídeo ocurre el accidente y el XC60 no detecta a nadie delante de él?. Bueno; básicamente, el problema reside en que debemos conocer cuáles son las características que equipan a nuestro vehículo y no fiarnos de publicidades o de leyendas urbanas. Efectivamente, este coche equipa el citado «City Safety», pero ese sistema no detecta peatones en sí, aunque sí existe un dispositivo opcional para este tipo de cometidos que, posiblemente, este XC60 no llevaba entre su dotación. El LIDAR (Light Detection and Ranging) que llevan los coches para detecciones frontales, suelen ser aparatos básicos que mejoran con la inclusión de módulos adicionales (con sobrecoste) y ahí sí es donde nos ponen el «bueno» o el que detecta a peatones o a ciclistas, entre otros. Para ello, los LIDAR «buenos» cuentan con cámaras de alta resolución y procesadores más potentes, así como con un software de reconocimiento de imágenes óptimo.
No obstante, aún sabiendo qué tipo de sistema llevamos a bordo, no hay nada como la atención propia y constante del conductor. El vídeo segundo así lo muestra, funcionando el sistema en ocasiones y en otras no. Pero el vídeo que mejor atestigua lo que estoy diciendo aquí, sería el de la presentación del «City Safety» hace unos años a bordo de un S60. Como bien se dice al final del mismo, «pienso que jamás deberíamos confiar al 100 % en las nuevas tecnologías». Ahí va el vídeo:
También es importante saber cómo funcionan este tipo de sistemas, cuáles son sus carencias y cómo se activan y desactivan. Para no tener problemas, hay que leer los manuales adjuntos de manera muy atenta para evitar tragedias o sustos posteriores.
Ahí va un último vídeo de hace unos cuantos años, pero no por eso desfasado. Esta vez es la Marca Mercedes Benz, con su impresionante Clase S quien, ante la presencia de un periodista de la prestigiosa revista Autobild, invitado para el evento, estuvo a punto de tener que indemnizarlo fuertemente; echa un vistazo a partir del minuto 5 y verás lo que pasa después de las profusas explicaciones de los técnicos:
Finalmente, tener en cuenta que, ni siquiera los fabricantes, aseguran la fiabilidad de estos sistemas al 100 % y que, en algunos casos, los coches no logran detenerse por completo aunque el sistema funcione.

Hay que ser conscientes de que somos nosotros quienes conducimos y no el coche (al menos de momento) y que los dispositivos actuales son muy avanzados, pero tienen puntos débiles que hay que resolver si queremos acceder pronto a la conducción autónoma REAL. La suciedad en la óptica de la cámara o en el RADAR, un parabrisas con barro o nieve o la incidencia inadecuada del sol sobre el invento, puede dar al traste con toda esa tecnología de vanguardia. Si quieres vivir tranquilo, no hagas experimentos. Hay que dar por sentado que la tecnología avanzada funciona y hay que saludarla con los brazos abiertos, pero, como dijo un ministro español hace unos años, «los experimentos se hacen en casa y con gaseosa». Hasta tanto no haya una verdadera conducción autónoma que nos descargue de responsabilidades si hay un accidente (no sé si veremos eso los que contamos cuarenta y tantos), los responsables de cualquier incidencia, bien sea ésta culpable o dolosa, somos exclusivamente los humanos a los mandos de los vehículos que gobernamos. Los efectos de la ignorancia son estos que hemos visto y son evitables, ¿verdad?.