Audi lo ha reconocido. Hoy toca hablar de la vergüenza de Audi con sus 2,1 millones de modelos trucados. Los responsables de Volkswagen ya indicaron la semana pasada que, nada menos que 11 millones de sus vehículos, estaban afectados por el problema en todo el Grupo, sin especificar marcas. Ahora se ha sabido que Audi es la segunda marca con más unidades afectadas por el ya tristemente famoso sistema estafador de análisis de emisión de gases. Tras saberse que Volkswagen lleva implicados la nada despreciable cifra de cinco millones de vehículos contaminados con el «virus de la agonía», ya sabemos que Audi se suma con 2,1 millones de unidades de casi todas las categorías que engloban la Marca de los cuatro aros, a saber: Audi A1, A3, A4, A5, A6, TT, Q3 (éste se fabrica en Barcelona) y Q5. De momento, habría que determinar si existen más modelos afectados (se libran pocos) de una de las marcas de lujo del Grupo. Faltaría por establecer cuántos vehículos llevarían implementado el sistema en las marcas Seat, Skoda y en los furgones de la división de Vehículos Comerciales. Audi ha explicado que todas las unidades afectadas incorporan el motor diésel que cumple la Norma Euro V. Respecto de los vehículos fabricados bajo el paraguas de la Norma Euro VI, Audi señala que no estarían afectados.

El escándalo, por tanto, sigue adelante al confirmarse que los vehículos de la Marca Audi cuentan también con el mismo software que falsea los datos de emisiones de gases implantado por el Grupo (era de esperar que así fuera). La mayoría de los vehículos afectados se han vendido en Europa Occidental, donde 1,42 millones de unidades con los motores EU5, llevan el lamentable lastre en sus entrañas. Desde luego, no es ninguna broma que casi 600.000 unidades de la Marca Audi están circulando por las carreteras alemanas bajo esas circunstancias.

Vista la magnitud del engaño, Francia ya ha pedido que se realicen pruebas a todas las marcas europeas, no vaya a ser que la «broma» no sea únicamente patrimonio del Grupo VAG. Al fin y al cabo, estamos hablando de empresas y, si tenemos en cuenta que la causa de la estafa ha sido de índole económica (ahorrarse unos cuantos euros para joder a los usuarios y, a la postre, al conjunto de los ciudadanos al emitirse muchísimo más NOx a la atmósfera), el problema podría estar más extendido de lo que pensamos. ¡Total, qué importa si la gente se gasea con nuestros escapes altamente nocivos, si le ganamos unos eurillos a la trampa!.
Por su parte, La U.E. ha empezado a instar a las marcas BMW, Opel y Daimler para que asuman que están en el «punto de mira». Como es lógico, hubo un antes y un después del escándalo protagonizado por el Grupo alemán, o dicho en «román paladino», YA NO NOS FIAMOS DE NINGUNA MARCA.
En todo este contubernio empresarial, el Gobierno Alemán ha dado al Grupo VAG el plazo del día 7 de octubre para presentar un plan que ponga fin a la crisis, y ha advertido además de la posible pérdida de homologación de los vehículos afectados, así que «pintan bastos» para el Grupo otrora líder entre los líderes del mercado automovilístico mundial. Lo que empezó hace tan solo unos días como el escándalo de Volkswagen, puede terminar convirtiéndose en la chapuza nacional alemana. ¡Lo único que me consuela de esto, es que ya no se puede decir aquello de: «Españoles tenían que ser»!, porque ahora son ellos, los ínclitos, los maravillosos, los infalibles alemanes de la Merkel que jamás la cagarían, los que viven del sector en un buen número de ellos, los siempre rectos, serios e inimaginablemente trapicheadores de los alemanes.
Volkswagen ha mostrado su intención de actuar con la máxima transparencia; al menos, eso ha declarado su nuevo Presidente Ejecutivo, Matthias Müller, que procede de Porsche.
Desde Cambiosecuencial, se le desea a este nuevo mandatario la mejor de las suertes, porque la va a necesitar. Una gran Marca como ésta no sólo debe serlo, como la mujer del César, sino parecerlo y aquí lo que parece que es, tiene una pinta muy mala.