Un informe denominado «Eascy», elaborado por PwC, empresa que analiza las tendencias del sector del automóvil, dice algo así como que el futuro depara coches de «usar y tirar».

Según el estudio, en 2030 habrá cinco tendencias que harán cambiar por completo el panorama automovilístico mundial, a saber:
- El vehículo de 2030 será eléctrico: el 95% de los coches nuevos que se matriculen en 2030 serán eléctricos (55%) o híbridos (40%). Sin embargo, todavía una mayoría del stock de vehículos, en torno al 80%, seguirá siendo de combustión, aunque irá desapareciendo progresivamente. El informe señala, además, que la transición hacia un mercado de movilidad libre de emisiones será imposible sin la electrificación del parque móvil que, además, se alimentaría de fuentes de energía renovables.
BMW FUTURO - El vehículo de 2030 tenderá a la autonomía total: de las cinco grandes tendencias, la del vehículo totalmente autónomo será la que más tarde se hará realidad. Se prevé que hacia 2022/2023 salgan al mercado los primeros vehículos con un nivel 4 de automatización (el nivel 5 marca la conducción totalmente autónoma) y que en 2030 todavía entre el 85% y el 90% de los coches serán conducidos por personas. No obstante, la velocidad del cambio dependerá, no solo del desarrollo tecnológico, sino también de la capacidad que tengamos en dotarnos de una regulación.
- Mucha movilidad compartida: en los próximos años, se irá extendiendo una apuesta por el uso del vehículo en lugar de por la propiedad. Una vez se despejen las dificultades técnicas y las incertidumbres desde el punto de vista regulatorio, los kilómetros de transporte compartido crecerán sustancialmente.
COCHE FUTURO VOLADOR En la actualidad, menos de 1% de los trayectos en coche en Europa se corresponden con servicios de transporte compartido. Un porcentaje que en 2030 podría alcanzar el 35% de los kilómetros en el Viejo Continente, el 34% en Estados Unidos y el 46% en China.
- La conexión global será inevitable: y se tratará de una conectividad que se desarrollará en tres ámbitos en los que China será la «reina»: entre los vehículos, con las redes e infraestructuras de transporte y entre los ocupantes de los coches y el mundo exterior, lo que les permitirá trabajar, navegar por Internet y tener acceso a todo tipo de servicios multimedia durante los trayectos. En Europa y en Estados Unidos, en torno al 70% de los coches estarán conectados en 2030 y en China, serán el 100% los que disfrutarán de una conectividad total.
MERCEDES FUTURO - Los restyling y actualizaciones, anuales: en el nuevo mercado al que nos encaminamos, los tradicionales ciclos de actualización de los modelos de, entre cinco y ocho años, se convertirán en algo prehistórico. En su lugar, los fabricantes apostarán por realizar actualizaciones anuales de su catálogo de modelos para incorporar los últimos desarrollos, tanto de hardware, como de software.

Parece ser que, solo en Europa, el número de kilómetros recorridos anualmente, pasará en el futuro de 3,7 billones a 4,2 y esto exigirá mayores renovaciones y períodos más cortos de sustitución en términos generales.
En el futuro próximo, los responsables del sector de la automoción tendrán que centrar sus modelos de producción hacia todos los ciclos y usos de la vida del coche, y no centrarse tanto en producción y venta, aunque esto es algo que ya se venía produciendo en la economía general contemporánea desde hace décadas, por lo que la actualización, tanto en software, como en hardware, será anual, como ya he señalado en el último de los cinco puntos relacionados un poco más arriba.

Lo de la autonomía total, como dependerá de regulaciones legales básicamente, será lo último en llegar, aunque ya en 2022 arrancará el verdadero dilema entre la conducción tradicional y la pilotada.

Lo que es una evidencia, es que en un futuro próximo será impensable inhalar gases de coches con más años que yo, para dar paso a conducciones seguras, con altos grados de automatismos y altos grados de electrificación y eficiencia.

En las décadas de los 80 y 90 se ensayaba muchísimo con la posibilidad de que en 2000 los coches volarían y se tele transportarían y mirad por dónde andamos, así que tomaremos todos estos informes a beneficio de inventario, no vaya a ser que en 2030 nos encontremos en la calle con los típicos vehículos de combustión y algunos que otros eléctricos, híbridos y tres o cuatro modelos con estilo futurista que ya podemos ver en 2018 en más de un diseño; ¡que una cosa es lo que se pretende o desea y otra muy distinta es las ganas que se ponen en ello!.