La fiebre SUV continúa en ascenso y Peugeot, consciente de ello, ha renovado últimamente su modelo 3008 para construir un SUV del segmento C que nada tiene que ver con el modelo que deja atrás. Y es que el Peugeot 3008 rompe con su pasado al tener muy claro que la moda es SUV y no monovolumen, estética esta última, que presentaba el 3008 anterior que vio la luz allá por el año 2009.

Un solo dato te doy; el año pasado se vendieron en España más de un millón y medio de vehículos de este tipo, lo que significa que su comercialización se ha disparado más del doble entre los años 2009, año de inicio de las ventas del primer 3008, y el pasado ejercicio 2015. Las marcas tienen en plantilla expertos en marketing que se encargan de monitorizar dichas tendencias para no perder comba en el reparto de este suculento pastel y un buen ejemplo de ello es la llegada de este Peugeot 3008 que, estéticamente puede gustar más o menos, pero no puede negársele el atractivo de una líneas muy sugerentes y de una tecnología punta para luchar ya, incluso, contra clases superiores por precio y empaque. Está claro que la consigna es que «no hay que dormirse».

Desconozco, de momento, la sensación que produce el coche al volante, aunque he visto vídeos muy recomendables en YouTube y he leído mucho sobre él y no creo que sea algo que deje indiferente a nadie. El aluvión de recetas tecnológicas que trae a bordo, en muchos de sus elementos, desde el equipamiento más básico, es la mejor prueba de que Peugeot se ha tomado en serio eso de la era de las comunicaciones y del esfuerzo mínimo para conseguir los mayores resultados. Además, visualmente el efecto es espectacular porque, y hablo solamente por lo que he visto en Internet, ese cockpit es más propio de la guerra de las galaxias que de un vehículo terrestre. Te presento aquí abajo un vídeo donde podrás degustar todo tipo de soluciones tecnológicas a través de un tablero de gobierno a bordo de un coche.
El volante de este coche es especialmente pequeño, lo cual no es una crítica, sino una experiencia muy satisfactoria según todo aquel que lo ha probado. La forma de ese salpicadero tan especial y futurista da rienda suelta a cualquier imaginación, por limitada que ésta sea. La visibilidad sobre el cuadro es total y comodísima. El cuadro está orientado al piloto, como corresponde en un vehículo de esas características y el ambiente que se respira dentro es de nave espacial elevada sobre el resto del tráfico por aquello de ir a bordo de un compacto alto, cual es este SUV.

Mecánicas Diésel y de gasolina competentes terminan por aderezar un producto bastante redondo para lo que solemos estar acostumbrados en el mercado generalista. ¡Esto ya no es tan generalista como antes!. El Peugeot 3008 es una buena manera de demostrarle a la competencia, que una firma tradicionalmente generalista, puede hacer productos más propios del sector de vehículos de gama más alta sin prejuicios. ¡Otra cosa es lo que piense el usuario del producto o el observador exterior!. Recuerda que no es lo mismo que le cuentes a tu vecino que te acabas de comprar un Mercedes GLA a que le digas que te acabas de comprar un Peugeot 3008, aunque cuesten lo mismo o, incluso, el Peugeot sea más caro que el «Merche». Hace años, esta situación no era ni siquiera imaginable; «Un Peugeot que cuesta más que un Mercedes…». ¡Absolutamente delirante!. Para esto aún no estamos entrenados los humanos, pero si te digo que la versión más alta del 3008, la denominada «GT», equipada hasta arriba, puede superar los 40.000 €, a lo mejor cambias de opinión sobre este SUV que aspira a codearse con el estrellato de las marcas santificadas por la etiqueta del prestigio automovilístico.
El nuevo Peugeot 3008 se ofrece con cuatro niveles de acabados. El primero se llama «Active» y lleva elementos como una pantalla táctil capacitiva de 8″, bluetooth, conexión USB, sistema ESP, climatizador bizona y el increíble sistema «Peugeot i-Cockpit®«, entre otros muchos complementos más propios de vehículos muy superiores. El siguiente nivel de equipamiento es el denominado por Peugeot «Allure», que añade a lo ya dicho para el básico, navegador 3D con reconocimiento de voz, llantas de aleación de 18″ DETROIT con estructura de diamante, retrovisores abatibles eléctricamente con luz led de bienvenida, etc. Por su parte, el acabado «GT Line» llevaría sobre los dos ya descritos, el pedalier y reposapiés en aluminio, el pack SAFETY PLUS, el i-Cockpit® Amplify, el techo panorámico Black Diamond, los faros delanteros en tecnología full LED, etc. La versión «GT«, que sería la más costosa, llevaría además, acceso y arranque manos libres, tapicería Alcántara especial, la Cámara de visión trasera 180 grados, unas espectaculares llantas de aleación 19» BOSTON con diseño de diamante, un sistema de alta fidelidad desarrollado por Focal o el cambio automático de convertidor de par EAT6 entre otros. Esta caja automática no tiene la eficacia de una de doble embrague, pero resulta, según he podido saber, muy apropiada al conjunto.

Precisamente ayer tuve la oportunidad de verlo circulando por la calle y me llamó bastante la atención. Si algún día tengo la ocasión de probar este SUV, os diré qué opinión me merece, aunque creo que, por lo que ya conozco de él, no sería nada negativa.