
La verdad es que es una de las decisiones más complicadas de compra a la que tenemos que enfrentarnos alguna vez en la vida. Muchos lo experimentamos con cierta frecuencia. Y es que la compra de un coche es una decisión que hay que tomar de manera pausada y sin precipitarse. El coche es un preciado bien que nos va a acompañar muchos años a lo largo de nuestra vida, por lo que es vital no equivocarnos en el momento de la compra. Una vez pagado, ya no te devuelven el dinero. Estos días atrás he estado escribiendo un e-book que considero una herramienta fundamental, sobre todo para aquel que no está muy ducho en este mundo, a la hora de decidirse a comprar un coche.
El e-book muestra 10 consejos que toda persona que busque comprar coche necesita saber para que no le den gato por liebre. Como ejemplo del contenido, os pondré seguidamente unas píldoras para que vayáis entrando en calor. En el capítulo 3 del e-book, se habla de uno de los problemas básicos que hay que afrontar a la hora de entrar en un concesionario; se titula, «Conociendo al enemigo» y empieza de la siguiente manera:

«¿A quién califico de enemigo en este capítulo?. El enemigo, dicho de manera cariñosa, es siempre el concesionario. La hora de la compra ha llegado porque la elección ha sido tomada y allí te espera el asesor comercial que hará casi todo lo humano y lo divino por engancharte en alguna oferta «maravillosa e irrepetible». En ese momento te estás jugando gran parte del éxito de la operación, suponiendo que tengas ya claro qué coche quieres.
El tema de la compra es un asunto bastante complejo, por lo menos para mí, ya que siempre tienes la sensación de haber pagado algo más que otro que te precedió y «toreó mejor en esa plaza». Hay que tener en cuenta que la variación de los precios entre concesionarios puede ser elevada según los casos, lo que implica más esfuerzo a la hora de evitar que te «levanten» en un concesionario unos cuantos centenares o miles de euros más que en otro«. Está claro que la adquisición de coche nuevo puede causar estrés del malo (hay estrés del bueno también, aunque no lo creas y ese es fundamental para nuestra supervivencia) en las personas que no conocen este mundo de la diversidad inmensa que es el de los coches. Imagínate que quieres comprarte un compacto y que no sabes ni por dónde empezar, que suele ser lo habitual, aunque ves modelos por la calle que te agradan. ¿Sabes cuántos modelos diferentes de compacto hay en el mercado?. ¿Tienes idea de cuántas motorizaciones dentro de cada marca existen para cada modelo?. ¿Sabías que cada modelo puede venir equipado de un modo u otro dependiendo del «apellido» que se le dé?. ¿Has pensado alguna vez la cantidad de posibilidades de personalización que ofrecen muchas marcas para un mismo modelo?. ¿Te has preguntado alguna vez si, de acuerdo al uso que le vas a dar, tu coche debería ser diésel, gasolina, eléctrico, híbrido…?. ¿Lo tuyo es darle al cambio o te gusta que lo hagan por ti?; hay muchas diferencias entre un coche manual y uno automático. ¡Si solamente para elegir el color exterior y de la tapicería podemos tener una crisis tremenda, imagínate lo que puede suponer una

compra inteligente del coche de nuestros sueños en su conjunto!.
No os perdáis tampoco el capítulo 4 con los cinco primeros consejos. Ahí va una muestra de lo que dice el primero de ellos:
«Ante todo y como primer consejo, a la hora de decidir la compra de un coche hay que priorizar en función de nuestras necesidades. ¿Para qué quiero yo un coche; qué uso le voy a dar?. ¿No os habéis encontrado nunca en el garaje de un centro comercial con una mujer o un hombre que llevan un flamante todo terreno que no saben conducir, cuyas medidas son XXXL (5 metros de largo por 2 metros de ancho por 1,90 metros de alto) para hacer la compra, no siendo capaces de maniobrar lo más mínimo porque, repito, no saben conducir un vehículo con esas dimensiones, al menos en espacios reducidos como el del ejemplo?. La moda de los SUV (cuanto más grandes mejor) ha hecho un auténtico destrozo en nuestro parque automovilístico, en el sentido de que la gente se los compra sin saber para qué sirven y desconociendo por completo que los costes de mantenimiento de esos vehículos son bastante superiores a los que soporta un turismo». Y así lo dicen los datos y la calle.
Comprar coche nuevo y no volverse loco. ¿Cómo?. En un próximo post, iré dando alguna pista más de por dónde va el librito. ¡Hasta entonces, nos seguimos viendo en la Red!.