
Es posible que quede mucho menos de lo que pensamos cuando imaginamos coches voladores. No hace falta imaginar, puesto que dos compañías ligadas al mundo del automóvil y de la aviación han experimentado con prototipos de vehículos alados con mucho éxito. Por eso, me pregunto: «Coches voladores. ¿Queda mucho?». Para mí, la principal traba a este tipo de vehículos vendrá de las autoridades aéreas de cada país, ya que éstas suelen ser muy restrictivas en cuanto al uso del espacio aéreo. Por si no creéis lo que digo, echadle un vistazo a la WEB de AESA (Agencia Estatal de Seguridad Aérea), dependiente del Ministerio de Fomento y fijaos en el jaleo que tenemos liado en relación con los drones, aparatos voladores con los que no podemos hacer prácticamente nada que no sea volarlos en casa. Pues para dolor de cabeza de las autoridades, los coches voladores son ya una realidad, como veréis más abajo en los vídeos promocionales que os adjunto, por lo que las respectivas agencias estatales de cada país deberán regular este tipo de aeronaves híbridas, siempre y cuando el mercado las reclame como útiles y adecuadas a la sociedad del momento en que se presenten.
La empresa estadounidense Terrafugia, fundada en 2006, lleva años diseñando modelos que incorporen ambas habilidades, la terrestre y la aérea. El resultado ha sido reciente, con la presentación del «Terrafugia TF-X», el cual, aparece como el posible prototipo definitivo de cara a lo que será el próximo coche volador. Hace años, Terrafugia ya ensayó con el modelo denominado «Transition«, con el que se hicieron vuelos experimentales que dieron excelentes resultados. Ya en 2013, dejaron atrás el Transition para dedicarse a trabajar de lleno sobre el nuevo modelo Terrafugia TF-X, con el que la empresa pretende revolucionar este mercado de los aún escasos modelos de coches voladores que existen en la actualidad en el mundo.


El Terrafugia es más vistoso que el Transition, más avanzado y parece más un coche al uso; se trata de un modelo con capacidad para cuatro pasajeros, con dos ejes y cuatro ruedas semi ocultas. Dispone de un par de planos desplegables y otros tantos motores híbridos en cada punta de ala. Su diseño le permite la facilidad de operar en aterrizaje y despegues verticales, al estilo del Boeing V-22 OSPREY. El Transition necesitaba pista para tomar velocidad e irse al aire y para realizar la posterior toma, por lo que el nuevo modelo se me antoja más «doméstico». Lo más importante de todo esto, es que, al parecer, no hará falta tener conocimientos aeronáuticos o estar habilitado para el ejercicio del vuelo, ya que un ordenador de a bordo se encargará de todo, tras la introducción por parte del conductor / piloto del destino. Así, el Terrafugia se dirigirá de manera autónoma al destino marcado; no obstante, desde la empresa se asegura que el conductor tendrá la posibilidad de manipular entre tanto automatismo. Los motores presentan 300 CV de potencia. La disposición de los mismos está oculta mientras el coche circula en tierra, pero a la hora de irnos al aire, emergen de unos compartimentos laterales y aparecen los planos de sustentación. Los motores varían su posición según la maniobra, por lo que basculan a posición vertical para aterrizar y despegar y se orientan paralelos a la cabina del vehículo para avanzar, exactamente igual que el avión referido anteriormente, el V-22 OSPREY. Las prestaciones son ideales, puesto que 320 Km/h y una autonomía de 800 Km dan para mucho. Imagináos 320 Km/h volando; no es lo mismo que en tierra, ¿cierto?. Yo vivo en Canarias y pienso que con un pelín más de autonomía o un par de tanques supletorios de combustible…, ¡se me están poniendo los dientes largos!.

Terrafugia ha confirmado que va a realizar simulaciones de vuelo y que probará el TF-X en túnel del viento para comprobar las fuerzas de fricción, elevación y empuje del modelo. Se espera ver el modelo en cuestión hacia el año 2023. Ahora, como veréis en el vídeo, solamente disponemos de una animación.
Respecto al otro coche volador, el AeroMobil 3.0, comentaros que se trata de otro ingenio de origen eslovaco que es capaz de alcanzar los 160 km/h en tierra y los 200 km/h en vuelo, manteniendo una autonomía de 4 horas. El inventor del aparato, Stefan Klein, lo probó hace unos meses en Eslovaquia y tuvo un accidente del que salió ileso, pero el vehículo ha realizado otros vuelos con mejores finales. El modelo será biplaza, muy ligero y con un precio que superará los 200.000 €. Pensaban iniciar su comercialización en 2017, pero el accidente al que aludí antes, ha complicado las cosas. Respecto al marco regulatorio de la aeronave, estaría en los parámetros de vuelo de una aeronave ligera, por lo que sería necesario que el conductor obtuviera una licencia para volar este tipo de vehículos. Este caso ya lo veo un poco más complicado que el otro, ya que el AeroMobil 3.0 será de despegue y aterrizaje normal, requiriendo de pista para ello. El tiempo dirá si esto va a ser posible o no y, sobre todo, cuándo y para qué clase de conductores. Mientras tanto, veamos ambos modelos en vídeo (uno en formato de animación y el otro en formato real) y el que quiera que vote por el que crea que se va a hacer realidad en el futuro en la encuesta que se encuentra al final del artículo.
Animación del nuevo Terrafugia TF-X en funcionamiento:
El AeroMobil3.0 en acción:
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