Aterriza en Europa el Mirai. La berlina japonesa de Toyota comienza su comercialización en septiembre con un precio de alrededor de 66.000 euros en Alemania, Reino Unido y Dinamarca.
Corría el año 2000 cuando sacaron a la palestra el Prius con unos resultados, 15 años después, dignos de mención. Ahora, en 2015, el Toyota Mirai llega para quedarse; y es que, la pila de combustible de hidrógeno, promete. Las cinco primeras unidades de este nuevo concepto de movilidad, han llegado en los últimos días a Bristol (Reino Unido) y a Zeebrugge (Bélgica). En Japón se comercializa desde el pasado mes de diciembre. Será el mes de septiembre cuando se pondrá a la venta en el mercado británico, en el alemán y en el Danés y esto será así puesto que esta tríada de países cuenta ya con suficiente infraestructura de hidrogeneras, aunque falta camino por recorrer.


El Toyota Mirai aparece como la nueva alternativa respetuosa con el medio ambiente. Sus credenciales «motoras» pasan por el hidrógeno almacenado en depósitos a alta presión, patentados por Toyota, los cuales, generan electricidad que permite que el coche se desplace. Este sistema, denominado por la Marca «Toyota Fuel Cell System» (TFCS), permite el repostaje de hidrógeno entre 3 y 5 minutos, proporcionando con esa carga una autonomía de algo menos de 500 kilómetros y todo ello sin emitir ni un solo gramo de CO2 a la atmósfera. La única emisión será de vapor de agua por el tubo de escape. Toyota marca el año 2017 como meta para que el Mirai se extienda mucho más allá de los mercados citados, cuando se desarrolle la infraestructura de hidrógeno y las hidrogeneras suficientes para dar cobertura a este tipo de vehículos. Para verlo rodar por las carreteras europeas habrá que esperar, como ya he señalado, al mes de septiembre, que será cuando se ponga oficialmente a la venta en los tres países comentados. La venta del coche para este año está estimada entre 50 y 100 unidades, en tanto en cuanto no se genere esa producción masiva para el año 2017. Este será, por tanto, un año de pruebas y de experiencias, en el que Totota sacará provecho de los comentarios de usuarios y expertos en relación con el Mirai. El precio para alemania será de unos 66.000 € más IVA, por lo que no estamos hablando de un coche barato precisamente. La Marca japonesa se sitúa, gracias al Mirai, a la cabeza del desarrollo de pilas de combustible. Además, la Marca nipona posee una vasta experiencia en tecnología híbrida y gran capacidad tecnológica. El Mirai supone un paso al frente por parte del gigante japonés en la nueva tecnología aplicada por primera vez en serie a un vehículo. El socio de Toyota, BMW, ha puesto a circular uno de sus vehículos con este tipo de propulsión; en concreto lo ha hecho con su Serie 5 GT. No obstante, Matthias Klietz, Jefe de investigación y propulsión, ha reconocido que queda mucho camino por delante, señalando que el coche de pila de combustible podría tener cierta consolidación entre 2025 y 2030. Este Serie 5 GT pudo ser visto a principos del verano rodando por Francia. Las marcas se están esforzando intensamente, tanto en la vertiente humana, como en la económica, en la investigación en torno a tecnologías eficientes, dadas las exigencias cada vez más rígidas de las normativas que emanan de las autoridades europeas.


Como ventajas de este tipo de propulsión, decir que la pila de combustible, sistema que, por cierto, ha propulsado a naves espaciales desde los inicios de la década de los 70, produce la electricidad necesaria para desplazar al vehículo cuando el hidrógeno reacciona con el aire. Esta reacción termina su ciclo emitiendo vapor de agua por el escape, por lo que la emisión de dióxido de carbono es igual a cero. El repostaje de estos coches (Mirai, Serie 5 GT) se produce aproximadamente cada 500 Km., por lo que no se alejan mucho de las actuales autonomías mantenidas por coches de gasolina (algo más lejos quedan las mecánicas diésel). Si ponemos en paralelo este sistema con el eléctrico puro de, por ejemplo BMW, veremos que el I3 nos mantiene unos escasos 150 Km. de autonomía sin recargar, lo que se puede calificar de bastante pobre, comparados con los casi 500 Km. del nuevo sistema. Además, para llenar el tanque de hidrógeno del Mirai, o del Serie 5 GT, hacen falta escasamente 5 minutos, circunstancia que contrasta estrepitosamente con las más de 5 horas de carga que necesita el BMW I3 para llenar sus baterías.

Como desventajas, se podría decir que la falta de surtidores con este tipo de gas, hace difícil hoy en día su generalización. Además, para su fabricación, es preciso contar con metales raros que disparan los costes. Veremos qué depara el futuro en torno a esta tecnología. No es la primera vez que se usa este sistema para propulsar coches, aunque no de manera generalizada; de hecho, Hyundai y Honda ya propusieron esto mismo antes que Toyota. Por su parte, la alemana BMW lleva desarrollando este tipo de propulsiones desde hace muchos años, aunque no han pasado a ser realidad en un mercado cada vez más eficiente y comprometido con el medio ambiente.