
Alquilar un coche es una de las actividades que más se usan por los particulares, sobre todo a la hora de las vacaciones o del traslado por la razón que sea de localidad.
Pero ¡cuidado!. A continuación voy a listar una serie de consejos que hay que tener muy en cuenta a la hora de formalizar un contrato de alquiler con una de las compañías del sector:
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Ponernos en contacto con la compañía de alquileres: esto se puede hacer a través de teléfono, Internet o presentándonos en la oficina física. Normalmente, los precios son inferiores si se tramitan por Internet. Hay muchas campañas de descuento, con bonos o cupones, que nos ahorrarán unos buenos euros en caso de acogernos en tiempo y forma a ellas. El secreto para sacar un buen precio, suele pasar por reservar con bastante antelación.
- Edad del conductor: las compañías en este punto se cubren bastante con los conductores recién estrenados. La mayoría de las compañías exigen 21 años y 1 de carné para poder tocar el coche sin meterte en un problema. Pero hay restricciones mayores según el modelo de que se trate, pudiéndote pedir edades mucho mayores de acceso y experiencias más abultadas.
- Las multas, las pagas tú: y nadie más que tú. Si un radar te «caza» a 210 Km/h, la multa la pagas tú, puesto que la compañía pondrá tus datos a disposición de la Autoridad competente para que te encuentren de inmediato.
- Las opciones son caras: y las pagas a razón de uso por día. Es decir, que si añades al coche un navegador, por ejemplo, y vas a tener el coche 7 días, pagarás a razón de una cantidad (en torno a los 10 €) diaria por llevarlo. Es caro, sí, pero si lo necesitas o te mola, ya sabes.
- El depósito se entrega lleno: porque ellos te lo suelen entregar lleno y si les haces trabajar cuando devuelvas el coche obligándoles a cargarlo de combustible, te lo cobrarán bien cobrado, así que no pierdes nada por llenarlo de camino a la compañía.
- Devuelve el coche, al menos, decentemente limpio: el coche no es tuyo, pero no seas guarro/a y devuelve el coche en condiciones normales y razonables de limpieza. No te digo que lo laves en el túnel, a manguera o a mano, pero no lo ensucies más de lo que el uso normal implica, porque te pueden cobrar también por ello en casos extremos.
- Seguro y sus riesgos: en este punto hay que prestar especial atención, ya que los seguros que se ofrecen con el precio básico llevan franquicias, con lo que si tienes un percance, pagarás tú el importe inicial (valor de la franquicia). Además, si no te curas en salud llamando a la Policía y a la compañía de inmediato, te puedes encontrar con la desagradable sorpresa de que tengas que hacerte cargo tú del incidente, aún habiendo suscrito una póliza de seguro completa. Normalmente no se incluye entre las coberturas la de robo, por lo que deberás informarte si quieres contratarla, aunque el precio se irá disparando poco a poco a base de añadidos que, deberían incluirse en el precio inicial, desde mi humilde opinión.
- El pago: se realizará mediante tarjeta de débito o crédito. En algunas compañías, sólo admiten las de crédito. Te cargarán el importe contratado, más una retención por el importe que determinen (normalmente entre 100 y 200 €) para hacer frente a posibles contratiempos, como que les devuelvas el coche vacío de combustible, etc. Una vez verificado que todo está en orden por la empresa, procederán a desbloquearte la cantidad que retuvieron sin más trámite. Ten en cuenta que hay lugares de recogida en los que la tarifa es muy superior a la normal. Este es el caso de los aeropuertos, principalmente; y es que el mismo coche te puede salir en torno a un 30% más caro si lo retiras en estas instalaciones que si lo vas a buscar a cualquier otro punto de la ciudad.
- ¡Yo quería un Citroën C5…!: y me han entregado un Ford Mondeo. No pasa nada. Esto entra dentro de la normalidad en el sector. Lo que no podría ser es que hayas reservado un C5 y te entreguen un Seat Panda. Las compañías de alquiler de coches funcionan de una manera muy dinámica y muchas veces no les es posible entregarte exactamente el mismo modelo de coche que contrataste. En este caso, deberán darte uno de la misma categoría o, en su ausencia, uno de SUPERIOR categoría. Si te dan uno inferior porque no tienen tampoco coches de mayor categoría, entonces te tienen que compensar de alguna forma, bajándote el precio por día, incluyéndote algún elemento opcional o de seguro no incluido en un principio, etc.
¿Ya te has apuntado bien todos estos consejos?. Pues ¡feliz alquiler a todos!.